
Doctor Sueño: Recuperarse dura toda la vida
No es la mejor película del mundo, pero Doctor Sueño respeta algo esencial: el alma de los personajes. Y eso, en tiempos de franquicias vacías, es mucho decir
“El resplandor”, de Stephen King, tiene un sólido argumento para ser considerada la gran novela americana. La historia acerca de un hombre que pierde la cabeza al quedarse en un hotel embrujado e intenta asesinar a su esposa y a su hijo es un clásico cultural. Una novela sobre los males del alcoholismo y sobre los males “americanos”: el trato a los indígenas, el racismo y todas las manifestaciones de los Estados Unidos sobre las que Stephen King reflexionaba en los años setenta. Y todo esto sin hablar de la adaptación al cine —dirigida por Stanley Kubrick y protagonizada por Jack Nicholson y Shelley Duvall—, una película de terror increíble y, simplemente, una de las mejores en la historia del cine.
Pero El resplandor de Kubrick es fundamentalmente distinto al de King. Stephen King nos presenta la historia de un hombre que intenta ser bueno, a pesar de fuerzas externas. La novela es —como casi todas las del autor— muy autobiográfica, y King proyectó sus experiencias como persona adicta al alcohol en la historia de Jack Torrance y su familia. Si vemos la película de Kubrick, en cambio, podemos observar que el enfoque es diferente: Jack Torrance ya es una persona malévola, con un mal dentro de sí mismo que el hotel embrujado solamente tiene que destapar, no generar.
Cuando se estrenó el filme, a Stephen King no le gustó. Esto es entendible, en gran parte porque la película transforma a Jack (personaje que King escribió basándose en sí mismo) de un hombre con problemas que lo terminan consumiendo a una persona fundamentalmente malvada. Pero eso no significa que El resplandor sea una película mala, solamente que es una interpretación diferente del texto original. Todo este contexto es útil para entender las particularidades de Doctor Sueño, la secuela de El resplandor, cuyo libro Stephen King publicó en 2013 y cuya adaptación al cine, dirigida por Mike Flanagan, se estrenó en 2019. Esa adaptación fílmica es el tópico de la columna de esta semana.
La trama de Doctor Sueño es relativamente sencilla. Años después de que Danny Torrance sobreviviera al ataque de su padre Jack y huyera con su madre del hotel embrujado Overlook, Danny es un alcohólico. Le siguen llegando visiones psíquicas relacionadas con las personas, pero ha suprimido su regalo, su “resplandor”, por el trauma de su experiencia. Sin embargo, cuando un grupo misterioso de figuras inmortales amenaza la vida de una amiga a distancia de Danny, este se ve obligado a destapar sus poderes psíquicos y enfrentar su trauma. Es una trama de secuela muy poco complicada, de una forma que la hace bastante disfrutable.
Sería muy fácil darle contexto innecesario a El resplandor, ser el tipo de secuela que revela que los eventos del filme en realidad estaban mucho más conectados de lo que pensábamos, o que varios personajes se encontraban relacionados. Pero nada de esto ocurre. Es una secuela mucho más tradicional: en el futuro, Danny Torrance se ve obligado a lidiar con seres inmortales y malvados que no tienen nada que ver con la primera película. Aprecio el autocontrol de Stephen King en la construcción de una secuela de una historia de terror tan importante como El resplandor.
Culturalmente, El resplandor como relato existe en dos versiones. Sin duda, la trama superficial es la misma: la locura naciente de Jack Torrance, el hotel embrujado, el poder psíquico conocido como el resplandor. Pero esta diferencia fundamental —la divergencia de si Jack Torrance es un buen hombre antes de entrar al hotel Overlook— crea una brecha enorme entre la película y el libro original.
Doctor Sueño, el libro, es una secuela del El resplandor literario. Al adaptar este libro a una película surge un desafío interesante: combinar elementos fundamentales de ambas versiones del relato original para lograr una película que funcione como adaptación, pero que sea coherente para quienes solo han visto El resplandor y no lo han leído. Debo decir que Mike Flanagan hace un trabajo admirable al combinar la visión cínica y fría de Kubrick —las imágenes icónicas que todos asociamos con El resplandor— con la perspectiva más inherentemente optimista de King, el humanismo que en su momento fue proyectado en Jack y ahora en su hijo Danny.
Doctor Sueño no es la mejor película del mundo, pero considerando que es una secuela de una película que muchas personas sí consideran la mejor película, quizás ese es un criterio injusto por el que juzgarla. Ewan McGregor hace un tremendo papel como Danny Torrance; la joven Kyliegh Curran logra balancear el rol de Ewan actuando como Abra Stone, la amiga de Danny; y Rebecca Ferguson hace un muy buen papel de villana. Doctor Sueño es un filme profundamente funcional: no va a cambiar vidas, pero si se ve con las expectativas apropiadas, vale mucho la pena.