Argentina ratifica el rumbo: Milei consolida poder en las legislativas y el mapa político se tiñe de morado

Con más del 40 % de los votos, La Libertad Avanza consolidó su poder legislativo y pintó de morado gran parte del mapa nacional.

La Argentina volvió a las urnas el domingo 26 de octubre para renovar la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado. El resultado confirmó el fortalecimiento del oficialismo y la continuidad del rumbo iniciado en 2023, pero también dejó señales de alerta sobre la participación ciudadana y la persistente polarización política.

Una victoria clara para el oficialismo

Con cerca del 40,8% de los votos, La Libertad Avanza (LLA) —la fuerza del presidente Javier Milei— obtuvo un amplio respaldo en la mayoría del país, imponiéndose en 15 de las 23 provincias. El bloque oficialista logró avances decisivos en distritos históricamente difíciles, como la provincia de Buenos Aires, donde la diferencia frente al peronismo se acortó significativamente respecto a las elecciones provinciales de septiembre.

La alianza sellada entre La Libertad Avanza y el PRO —la misma que impulsó la victoria presidencial de 2023— resultó determinante. “Juntos demostramos que el cambio no es solo una consigna, sino una convicción”, declaró el expresidente Mauricio Macri, celebrando los resultados junto a Patricia Bullrich, quien emergió como figura clave en la estrategia legislativa del oficialismo.

En el Senado, Bullrich asumirá un rol central en la coordinación política, mientras que en Diputados el bloque oficialista alcanzó una fuerza inédita para un gobierno sin estructura partidaria tradicional.

Composición del nuevo Congreso

Cámara de Diputados
🟣 La Libertad Avanza: 93
🟠 PRO: 14
🟡 UCR: 3
🔵 Fuerza Patria (peronismo/kirchnerismo): 97
🟢 Bloques provinciales: 18

Senado
🟣 La Libertad Avanza: 20 (antes 7)
🟠 PRO: 6 (antes 8)
🟡 UCR: 9 (antes 13)
🔵 Fuerza Patria: 28 (antes 34)
🟢 Provinciales: 9 (antes 10)

La nueva correlación de fuerzas le otorga al Gobierno un margen de negociación mucho más cómodo que el de su primer año, aunque aún deberá buscar consensos para aprobar reformas estructurales.

El impacto de la Boleta Única y la abstención

Fue la primera elección nacional con Boleta Única de Papel (BUP), una reforma que muchos analistas consideran histórica. El sistema, más transparente y económico, redujo la influencia de las viejas estructuras territoriales. En la provincia de Buenos Aires —donde tradicionalmente el peronismo desplegaba su maquinaria electoral— el cambio fue notorio.

Al mismo tiempo, el ausentismo alcanzó cerca del 33% del padrón, una de las cifras más altas desde 1983. Para algunos observadores, refleja desapego hacia la política tradicional; para otros, una señal de desconfianza en la dirigencia. El propio Milei lo reconoció en su discurso de victoria: “Todavía hay muchos argentinos cansados, descreídos. A ellos tenemos que demostrarles que este cambio es real”.

Los derrotados: Kicillof y el kirchnerismo

El mapa político “se pintó de morado”, como celebró el oficialismo. En contraste, el peronismo agrupado bajo la marca Fuerza Patria sufrió una de sus peores derrotas desde 2015. El gobernador bonaerense Axel Kicillof y la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner fueron los grandes perdedores de la noche, y ya se anticipan tensiones internas en el espacio opositor.

Durante toda la campaña, el peronismo no logró articular un mensaje económico creíble ni una renovación generacional. La falta de propuestas claras y la persistencia de viejas figuras erosionaron su capacidad de conectar con el electorado.

Las terceras fuerzas y un centro sin espacio

El intento de construir una “avenida del medio” a través del espacio Provincias Unidas, impulsado por algunos gobernadores, tuvo un desempeño marginal. Con menos del 7 % del voto nacional, no logró consolidarse como alternativa. Argentina sigue siendo un país profundamente polarizado: la competencia real ocurre entre un bloque liberal-libertario consolidado y un peronismo en crisis.

Lectura política: ratificación y advertencia

Más allá de la contundencia del resultado, el mensaje ciudadano no es un cheque en blanco.
La victoria de Milei y sus aliados reafirma el apoyo al rumbo liberal y a la agenda de reformas, pero también plantea desafíos:

  • Convertir el respaldo electoral en gobernabilidad real.
  • Evitar que las tensiones internas entre libertarios y macristas se conviertan en fracturas.
  • Traducir el entusiasmo simbólico en resultados económicos tangibles.
  • Reconectar con ese tercio del país que no votó.

Como sintetizó un editorial del Buenos Aires Herald, “la sociedad argentina no solo votó continuidad, votó madurez política: respaldar el rumbo, pero exigir resultados”.

Proyección y mirada internacional

El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, y el expresidente Donald Trump felicitaron rápidamente a Milei por la victoria. Ambos destacaron la “consistencia del plan económico argentino y la determinación de su liderazgo”.

En el plano interno, analistas locales coinciden en que el gran ganador político de la jornada fue Diego Santilli, quien logró una remontada notable en Buenos Aires y se perfila como potencial candidato a gobernador en 2027. En la Ciudad de Buenos Aires, Bullrich se posiciona como favorita para suceder a Jorge Macri.

El cambio fue ratificado

El 26 de octubre de 2025 marcó un nuevo hito en la política argentina. El cambio iniciado en 2023 fue ratificado en las urnas. Pero el verdadero desafío comienza ahora: transformar la legitimidad electoral en eficacia de gobierno, sin perder el pulso de una ciudadanía que, aunque mayoritariamente esperanzada, sigue observando con cautela.

La opinión emitida en este espacio refleja únicamente la de su autor y no compromete la línea editorial de La Gran Aldea.