Delegación del gobierno electo venezolano presente en la canonización de José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles

Bajo el lema “Canonización sin presos políticos”, once venezolanos acuden a la misa oficial en el Vaticano para acompañar la santificación de los dos beatos. Edmundo González y María Corina Machado representados en la ceremonia.

Una delegación de once venezolanos, integrada por familiares de presos políticos, perseguidos, militares y representantes del gobierno electo de Edmundo González Urrutia y de la líder opositora María Corina Machado, asistió hoy a la misa de canonización del doctor José Gregorio Hernández y de la Madre Carmen Rendiles, presidida por el Papa León XIV en el Vaticano.

El grupo, presente en la ceremonia principal celebrada en Roma, estuvo conformado por Carolina González, hija de Edmundo González; Ricardo Sosa Machado, hijo de María Corina Machado; Dinorah Figuera, presidenta de la Asamblea Nacional legítima de 2015; Santiago Rocha, hijo del preso político Perkins Rocha; Nohelia Álvarez, hija del preso político Noel Álvarez; Sairam Rivas, ex presa política y directora del Comité por la Libertad de los Presos Políticos; Tamara Sujú, defensora de derechos humanos y directora del Casla Institute; Idania Chirinos, periodista y directora de contenidos del canal NTN24; Emilio Ascanio, general retirado y exdirector de la Academia Militar de Venezuela; Magalli Meda, jefa de campaña del Comando ConVzla y exrehén en la embajada argentina en Caracas; y Pedro Urruchurtu, director de Relaciones Internacionales del mismo comando y también exrehén en esa embajada.

La cita religiosa reunió a miles de fieles católicos de todo el mundo, entre ellos una numerosa comunidad venezolana que acompañó los actos de canonización de sus dos nuevos santos y elevó su voz por los más de 800 presos políticos que continúan secuestrados por el régimen de Nicolás Maduro.

“Son dos santos para 30 millones de venezolanos rehenes. Más de 800 presos políticos, miles de perseguidos y exiliados, y millones sometidos a un dolor constante por parte de un régimen que desconoce la voluntad popular y no entiende que se tiene que ir”, expresa un documento firmado por Edmundo González y María Corina Machado con motivo de la ceremonia.

Pese al contexto represivo, los miembros de la delegación invitados a la misa oficial destacaron la fe, la esperanza y la determinación del pueblo venezolano decidido a ser libre, y elevaron sus oraciones “por el milagro que todos los venezolanos esperan: la libertad”.

La santificación del doctor José Gregorio Hernández y de la Madre Carmen Rendiles ocurre en un momento de recrudecimiento de la persecución política en Venezuela. En las últimas horas se han reportado al menos 30 nuevos secuestros en los estados Lara, Anzoátegui, Guárico, Vargas, Sucre y Trujillo. Entre las víctimas hay líderes sociales, militantes de organizaciones políticas y familiares de dirigentes sometidos a desaparición forzada.

En paralelo, este sábado familiares de presos políticos y activistas de derechos humanos se concentraron en la Piazza del Risorgimento, en Roma, con fotografías impresas de los detenidos para exigir su liberación inmediata.

La presencia de esta delegación en el Vaticano simboliza —más allá del acto religioso— un testimonio político y moral: el país que resiste a la barbarie busca reencontrarse con su fe, su dignidad y su futuro. En el corazón de Roma, el clamor venezolano volvió a recordarle al mundo que la esperanza también es una forma de resistencia.

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