
Longlegs: El estilo sobre la sustancia
«Longlegs» (2023) fue una de las películas de terror más esperadas por su brillante campaña de mercadeo. Osgood Perkins logra una atmósfera inquietante y visualmente poderosa, pero el guion no alcanza la misma altura. Una obra atrapada entre lo complejo y lo simple, que deja con ganas de más. Promesa y decepción a la vez, aunque confirma que Perkins tiene un futuro brillante en el género.
La campaña de mercadeo de Longlegs, el filme de terror de 2023 dirigido por Osgood Perkins y protagonizado por Maika Monroe, fue verdaderamente excelente. En vez de iniciar con un tráiler o un teaser tradicional, la distribuidora NEON optó por estrenar una serie de mini-teasers que no revelaban absolutamente nada de la trama. Simplemente utilizaban imágenes de la película, en secuencia desordenada y disonante, con el objetivo de transmitir una atmósfera particular en la dirección de la audiencia.
Empezar una crítica de una película con la descripción de lo buena que fue su campaña de mercadeo parece una preparación básica para la revelación de que, en mi opinión, Longlegs no fue muy buena. Pero eso no es exactamente lo que pienso. Longlegs es una película que funciona desde un punto de vista estilístico más que en cualquier otro. Tiene un tono increíblemente cómodo y disfrutable para los aficionados al terror, y si bien presenta algunas ideas muy buenas, el guion no es lo suficientemente sólido ni coherente para desarrollar una trama compleja o, en contraste, para ofrecer una historia minimalista y sencilla. El punto medio en el que existe Longlegs me parece una lástima, porque aunque disfruté bastante la película, se me hace muy fácil imaginar versiones de ella que hubiesen sido mejores.
La historia gira en torno a una racha de muertes misteriosas, en las que un asesino aparentemente ha matado a varias familias sin siquiera entrar en sus hogares. De alguna forma, este criminal ha conseguido que las familias cometan la violencia entre ellas, y además envía cartas cifradas a la policía, al estilo del asesino del Zodiaco. Es un caso extremadamente enigmático, por lo que el FBI asigna a la agente Lee Harker para investigarlo. Lee tiene poderes psíquicos —aparentemente— que se manifiestan en forma de corazonadas muy intensas que le permiten identificar culpables en ciertos casos. En la película, observamos el desarrollo de la investigación de Lee y cómo su vida se va deteriorando a medida que se adentra en el caso del asesino “Longlegs”.
El guion de Longlegs no es espectacular, pero sin duda su atmósfera lo es. Si hay una razón para disfrutar la película, son las imágenes y las secuencias que Osgood Perkins ha logrado llevar a la gran pantalla. La obra se siente muy influenciada por El silencio de los inocentes de Jonathan Demme, pero impregnada de la temática del “pánico satánico”. Este fue un periodo en el que el pánico moral por supuestos cultos satánicos que sacrificaban personas en Estados Unidos era una creencia bastante extendida. Ese trasfondo le da una vibra interesante y disfrutable, combinando influencias de clásicos del terror y del cine de asesinos en serie, pero manteniendo un toque único.
Creo que es una película que, a pesar de haber disfrutado, me decepcionó en cierta medida. Osgood Perkins promete muchísimo como director, y esta ligera decepción se debe en gran parte al inmenso potencial que demuestra en este filme. Sé que, desde entonces, Perkins estrenó The Monkey, una adaptación de un cuento corto de Stephen King, y es una obra que me interesa bastante. Creo que veremos una verdadera obra maestra en el futuro de Osgood Perkins. Solo es cuestión de tiempo.