
Seis años de La Gran Aldea: información, libertad y compromiso con Venezuela
En seis años hemos aprendido que hacer periodismo independiente en dictadura no es una tarea fácil, pero sí es una tarea necesaria e imprescindible.
Hoy, 26 de agosto, cumplimos seis años. No ha sido un camino sencillo: Venezuela vive bajo una dictadura que persigue, encarcela y silencia. Venezuela es hoy un país donde la censura y la autocensura se imponen, en el que al menos veinte periodistas están presos y donde buscar la verdad y opinar libremente se ha convertido en un acto de valentía ante la sinrazón de un poder cada vez más autoritario.
En estos años, La Gran Aldea ha enfrentado bloqueos, ataques y campañas de desprestigio de quienes no toleran la libertad de expresión, el pensamiento crítico y el periodismo independiente. Y sin embargo, aquí seguimos. Creemos que reafirmar nuestro compromiso con la información veraz, con el análisis profundo y el respeto a la pluralidad es también una forma de resistir. Y eso es, precisamente, lo que hemos hecho estos seis años y queremos seguir haciendo.
Nuestro propósito ha sido siempre claro: brindar información para entender. Para entender un presente complejo, un pasado que no debe olvidarse y un futuro mejor para la sociedad venezolana. Hemos crecido en medio de la adversidad, con el impulso de grandes escritores, comunicadores, analistas y profesionales comprometidos con las ideas, el debate y el esfuerzo por explicar desde la honestidad intelectual lo que vivimos como país.
Cada intento de silenciarnos sólo refuerza nuestra convicción. Porque La Gran Aldea no es solo un medio de comunicación: es un espacio de libertad en medio de la opresión, un refugio de pensamiento crítico, una voz que resiste por y para los venezolanos.
En seis años hemos aprendido que hacer periodismo independiente en dictadura no es una tarea fácil, pero sí es una tarea necesaria e imprescindible. Seguiremos haciendo preguntas y buscando respuestas, para quienes dentro y fuera del país creen que la palabra libre sigue siendo la primera herramienta contra la mentira, la corrupción y la injusticia.
Hoy ratificamos lo que nos inspira desde el primer día: contar lo que ocurre, analizar lo que otros quieren ocultar y abrir caminos de esperanza y entendimiento. Estamos convencidos de que esa es la mejor respuesta ante todo intento de autoritarismo y hegemonía comunicacional o de pensamiento.
A todos nuestros lectores: ¡Muchas gracias!