Weapons: El terror de no verte nunca más

Weapons habla de suburbios, miedo y desconfianza, pero también de política: ¿qué pasa cuando el ideal comunitario se quiebra?

El terror de los suburbios es uno de los elementos más fundamentales en el cine de terror. Podemos irnos a “Halloween” de John Carpenter, para observar una trama en la que una figura oscura causa estragos en una parte de la sociedad que – se supone – debería ser la más pacífica y la más tranquila. El escritor de ciencia ficción J.G. Ballard escribió “los suburbios sueñan acerca de violencia”, refiriéndose a la rigidez con la que están construidas esas calles cuadriculadas y esas casas idénticas. La idea fundamental es, entonces, que el ideal “civil” sobre el que están construidos los suburbios es una mentira, y que en realidad hay una paranoia muy fundamental detrás de las casas alejadas una de la otra. En la ficción de terror en particular, los suburbios son sitios en los que no hay confianza en las otras personas. En “Weapons”, la última película de Zach Cregger, se utiliza esta idea a su máxima capacidad – la desconfianza de las figuras ajenas a uno, en particular a las personas que no se adaptan al promedio, es capaz de causar estragos. 

La premisa de “Weapons”, o “La Noche De La Desaparición”, me parece de sus elementos más fuertes. Una noche, a las 2:17 AM, casi todos los niños de una clase en particular, en un pueblo en particular, se pararon de su cama, salieron de su casa, y se fueron corriendo. Ya han pasado varias semanas, y no han logrado conseguir a ninguno de los niños. El único niño que no le 

sucedió esto en esa clase no sabe nada al respecto. Los padres de la comunidad están cansados, y no saben qué hacer al respecto. “Weapons” así hila su narrativa de terror con una estructura similar a la película de Paul Thomas Anderson “Magnolia”, intercalando historias diferentes que van cruzando sus caminos y nos permiten observar los mismos eventos desde perspectivas diferentes. Acá, el propósito de esta estructura es bastante obvio – esto nos permite ir revelando más información acerca del misterio de una forma muy controlada y elegante, y al mismo tiempo, ir viendo como esta situación afecta a diferentes miembros de la comunidad. 

La verdad yo preferiría no dar ningún detalle acerca de la trama del filme, pero sí diré que la primera perspectiva que la película nos da es la de la profesora de la clase que desapareció. Como pareciera natural, muchos padres la culpan a ella. Aquí es en donde me parece interesante indagar en las implicaciones temáticas del filme. La profesora, Justine Gandy (Julia Garner), es una mujer soltera, sin hijos, y con problemas de alcohol. No es alguien que entra en la idea conservadora tradicional de un miembro de la comunidad ideal. “Weapons” juega bastante con estas ideas de la comunidad tradicional, y de los ideales conservadores. En mi opinión, es una película bastante política, pero de forma bastante inteligente. Cregger no decidió crear un texto político y armarle una trama alrededor, sino que en explorar una premisa terrorífica, indaga en varios tópicos muy relevantes a la política moderna. Inclusive la misma premisa básica – una clase de niños, desaparecidos de una comunidad por completo – es un eco trágico de los tiroteos escolares que ocurren con una regularidad terrible en los Estados Unidos. Esto hace que “Weapons” me parezca mucho más refrescante que otros filmes de terror que también tienen un propósito político, pero que parece que empiezan con el trasfondo político sin ninguna otra idea fundamental, y luego intentan llenarle el resto de la trama. El estilo creativo de Cregger es, según sus propias palabras, uno que imita al increíble cineasta David

Lynch – Cregger también es fiel creyente en la idea de la meditación trascendental, en plasmar tus sueños y tus imágenes en el cine, y preocuparse por las implicaciones temáticas luego de hacerlo. Lynch le decía a esto “atrapar al pez grande”, la idea siendo que tienes que abrir tu cerebro para que le lleguen las grandes ideas, porque si no lo haces, le van a llegar a alguien más. Este estilo más suelto, menos preocupado por las implicaciones granulares de la trama, le aporta un sentimiento fresco a “Weapons” que creo que la va a dejar como un filme accesible por mucho tiempo. 

A mí me gustó bastante “Barbarian”, el filme de terror del 2022 que Cregger dirigió, por lo que me encontraba bastante emocionado por “Weapons”. Estoy feliz de decir que no me decepciono, y que más bien es bastante evidente ver como Cregger ha evolucionado como director y como escritor – “Weapons” es más compleja y ambiciosa, pero mantiene su ojo terrorifico y su sentido del humor (Cregger solía ser parte de un grupo de comedia llamado “The Whitest Kids U Know”) que tanto lo caracterizan como cineasta. El siguiente proyecto de Zach Cregger será otra adaptación al cine de los videojuegos de terror “Resident Evil”. Esta no es una franquicia que ha tenido mucha suerte en la gran pantalla, si consideramos que “suerte” signifique “calidad”, y de por sí la idea de adaptar un videojuego al cine generalmente no te da como resultado una gran película. Sin embargo, estoy convencido de que si alguien es capaz de hacerlo, tiene que ser Zach Cregger. Me podrán ver en el estreno de esa película, y de cualquier otro proyecto que tenga.

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