
Cuba no olvida el 11J: represión, resistencia y esperanza
El 11 de julio de 2021, miles de cubanos salieron a las calles pidiendo libertad. Fue la protesta más grande en décadas. La respuesta del régimen: represión, cárcel y silencio.
El 11 de julio de 2021 marcó un antes y un después en la historia reciente de Cuba. Aquel día, miles de ciudadanos tomaron las calles en más de 50 localidades de la isla, impulsados por la desesperación y la dignidad. Protestaban por la escasez crónica de alimentos, medicinas, electricidad y libertades. Gritaban “¡Libertad!”, “¡Abajo la dictadura!” y el lema que retumbó desde las redes hasta las plazas: “Patria y Vida”. Cuatro años después, las consecuencias de aquel estallido siguen latentes: cientos de personas encarceladas, una crisis económica sin precedentes, y un régimen que, pese a todo, no ha logrado apagar la llama de la disidencia.
La protesta del 11J: un despertar nacional
Las manifestaciones del 11 de julio de 2021 fueron las más masivas desde el Maleconazo de 1994. No hubo una convocatoria única, sino una espontaneidad alimentada por el hartazgo. La pandemia había desnudado la precariedad estructural del sistema cubano, y el creciente acceso a internet permitió sortear la censura estatal. La chispa encendida en San Antonio de los Baños se propagó como reguero de pólvora.
La represión: secuestros, condenas y tortura
El régimen cubano respondió con brutalidad. Se documentaron más de 1.500 detenciones arbitrarias. Según organismos independientes como Justicia 11J, al menos 896 personas permanecen privadas de libertad a la fecha, incluyendo adolescentes de entre 14 y 17 años. Algunos fueron condenados a penas de hasta 30 años de prisión por cargos como sedición o desorden público.
La represión no se detuvo en la detención. La organización Human Rights Watch denunció torturas, confinamiento solitario prolongado, golpizas, privación de sueño, acceso limitado a alimentos, medicinas y asistencia legal. Se han reportado muertes bajo custodia, como la del joven Manuel Guillén Esplugas, en circunstancias sospechosas y sin una investigación independiente.
La falsa “gracia”: excarcelaciones con condiciones
En enero de 2025, el régimen anunció la liberación de 553 presos “por razones humanitarias”, supuestamente en respuesta a gestiones del Papa. Sin embargo, solo 171 personas fueron efectivamente liberadas, muchas bajo restricciones de movimiento o en calidad de exiliadas forzadas. Entre quienes permanecen encarcelados figuran destacados activistas como Luis Manuel Otero Alcántara y Maykel Osorbo.
Crisis económica: entre el colapso y la supervivencia
La situación económica ha seguido deteriorándose:
- En 2024, la economía cubana cayó entre –0.5 % y –1.9 %, la peor recesión desde 1898.
- En 2025, la CEPAL prevé una contracción de –0.1 %.
- La inflación supera el 27 % anual, aunque cifras independientes señalan que los precios de alimentos han subido más del 50 % en un solo año.
- La emigración masiva continúa: más de 1 millón de cubanos han abandonado el país desde 2022, el 10 % de la población.
Las consecuencias se sienten en el día a día: apagones de hasta 12 horas diarias, hospitales sin insumos, desnutrición infantil creciente y escasez de productos básicos. El régimen responde con represión o propaganda, pero no con soluciones.
La cultura como resistencia: arte, música y libertad
Movimiento San Isidro: la trinchera artística
El Movimiento San Isidro (MSI), formado por artistas independientes como Luis Manuel Otero Alcántara, Maykel Osorbo y Denis Solís, fue uno de los precursores del 11J. Desde 2018, se enfrentaron al Decreto 349, que censura el arte no autorizado por el Estado. Sus protestas, huelgas de hambre y performances fueron reprimidas, pero despertaron la conciencia de muchos jóvenes cubanos.
Luis Manuel Otero Alcántara, pese a estar encarcelado desde 2021, fue reconocido internacionalmente con el Premio Rafto de Derechos Humanos 2024. El MSI demostró que la creatividad es también una forma de rebelión.
“Patria y Vida”: la canción que desafió al régimen
El 16 de febrero de 2021 se lanzó “Patria y Vida”, canción compuesta por Yotuel Romero, Descemer Bueno, Gente de Zona, El Funky, Maykel Osorbo y Otero Alcántara. En pocas horas se convirtió en un himno. Su mensaje directo, contrario al eslogan oficial “Patria o Muerte”, caló profundo en la ciudadanía. Ganó dos Latin Grammy y su videoclip superó el millón de vistas en 72 horas.
“Patria y Vida” no fue solo una canción, fue un acto de insurrección cultural. Fue coreada durante las protestas y replicada en murales, redes sociales y grafitis. Su impacto quedó documentado en un emotivo documental dirigido por Beatriz Luengo y Yotuel, estrenado en 2024 en Madrid, donde se retrata el poder del arte frente al miedo.
El exilio creativo
Tras la ola represiva, decenas de artistas, escritores e intelectuales cubanos se exiliaron, muchos de ellos en Madrid, donde se ha consolidado una comunidad que sigue denunciando la represión y promoviendo la libertad. Desde allí organizan actos, exposiciones y campañas para mantener viva la voz de Cuba.
Solidaridad ciudadana: cadenas de favores
Ante el colapso del Estado, la sociedad cubana ha respondido con solidaridad. En barrios empobrecidos, se han formado “cadenas de favores” para compartir medicamentos, alimentos, reparar viviendas y ayudar a los más vulnerables. Pese al riesgo de persecución por “asociación ilícita” o “actividad mercantil sin licencia”, miles de personas se organizan para sobrevivir colectivamente.
Un país que grita en silencio
Hoy, cuatro años después del 11J, Cuba atraviesa su segundo —y ojalá último— Período Especial. La represión no ha cesado, pero tampoco lo ha hecho la voluntad de un pueblo que nunca ha vivido en democracia, pero que la desea con profunda convicción. Mientras muchos callan ante la barbarie castrista, otros —desde el exilio, la cárcel o el barrio— siguen resistiendo.
Porque la historia de Cuba no está escrita por los tiranos, sino por quienes se atreven a imaginar la libertad. Y en Cuba, esa libertad se canta, se pinta, se escribe… y se grita, aunque sea en silencio.
¡Patria y Vida! ¡Viva Cuba libre!