
El drama de Fuerza Vecinal, un partido que no se gobierna
David Uzcátegui protagonizó el culebrón de las elecciones regionales en 2021 por su pelea con Carloz Ocariz en Miranda. Ahora por alguna razón que nadie conoce, el líder de Fuerza Vecinal renunció a aspirar al cargo por el que hizo campaña durante ocho años y le cede el “honor” a un ilustre desconocido. ¿Y los alcaldes de Chacao y Baruta? Bien, gracias.
En medio de las negociaciones para diseñar las “maquetas” de candidatos y establecer nuevas alianzas, representantes de Un Nuevo Tiempo (UNT) y Movimiento Por Venezuela (MPV) conversaron con dirigentes de Fuerza Vecinal (FV). Exploraban la posibilidad de presentarse unidos en las próximas elecciones del 25 de mayo. Sin embargo, pronto aquel intento encalló. ¿La razón? “Es que esos compañeros de FV no se gobiernan ellos mismos y ya recibieron la orden de ‘arriba’ de que no podían hacer alianzas con nosotros”, respondieron miembros de UNT y MPV al tanto de esos contactos.
Una fuente afirma que Henrique Capriles Radonski, quien para estos comicios estrena habilitación y nueva tarjeta, también tanteó a FV, aunque tenía sus dudas por considerar que un sector de ese partido está muy sometido a la línea del chavismo. De acuerdo con este testimonio, el exgobernador habló con el alcalde de Baruta, Darwin González, así como con Pablo Zambrano, dirigente sindical y coordinador nacional operativo de FV. Zambrano participó en el lanzamiento de la red Decide, grupo encabezado por Jesús Chúo Torrealba y el propio Capriles Radonski que llama a participar en las próximas elecciones.
Al final, no se llegó a ningún acuerdo. Con tono irónico, el delegado de UNT apunta: “Aquí solo vamos unidos los ‘puros’”, en referencia a que la llave Rosales-Capriles no incluye a partidos ajenos a la Plataforma Unitaria o que hayan respaldado a un candidato distinto a Edmundo González Urrutia el 28 de julio de 2024.
Debe recordarse que FV entregó su tarjeta a Antonio Ecarri en las últimas presidenciales. El partido jamás se tomó una foto ni colgó un afiche de Ecarri, los alcaldes de Baruta y Chacao pasaron agachados durante toda la campaña, y Pablo Zambrano mostró en público tímidamente su rechazo a esa decisión. Pero, de nuevo, fueron “órdenes de arriba” que FV acató supuestamente para no perder su tarjeta ni ser objeto de alguna represalia.
Desaparecido
¿Dónde está David Uzcátegui? Para las regionales de 2021, Uzcátegui protagonizó una pelea con Carlos Ocariz por la candidatura opositora en el estado Miranda. Aquel pleito solo tuvo un ganador: el chavista Héctor Rodríguez, quien alcanzó la reelección tras derrotar a Uzcátegui, única referencia “opositora” (así, entre comillas) en esa contienda después del retiro de Ocariz.
Con el camino aparentemente despejado, se esperaba que Uzcátegui —máximo líder de FV— se postulara nuevamente en Miranda. Parecía lógico, debido a que tiene alrededor de ocho años en campaña por ese estado. Pero, ¡oh sorpresa!, el candidato es otro. Su nombre: Máximo Sánchez, presidente del Concejo Municipal de Chacao. Un ilustre desconocido para la opinión pública mirandina y nacional.
FV nació de una escisión de Primero Justicia y desde sus inicios buscó arrebatarle a los aurinegros su principal feudo. Sacando provecho de la abstención de 2017, conquistó históricos bastiones opositores como Chacao, Baruta, El Hatillo y Los Salias, y en 2021 dio la sorpresa en Guatire con Raziel Rodríguez. Si la subida fue rápida, la caída ha sido mucho más violenta. Aunque ha vivido desde sus orígenes bajo la sombra de la sospecha por sus vínculos con la empresa Fospuca del abogado José Simón Elarba, el escándalo de corrupción Pdvsa-Cripto con sus ramificaciones en Baruta marcó un punto de inflexión en la deriva del partido.
Fractura
Dos estrechos colaboradores de Darwin González —Juan Carlos Posner Pimentel, director adjunto de la alcaldía, y Harold Sosa, director de Ingeniería Municipal— fueron detenidos por su presunta vinculación con la trama que le costó la cabeza al exministro Tareck El Aissami. Harold es hermano de Alejandro Sosa, quien no solo ejercía como secretario de gobierno de Darwin González sino que es cuñado de David Uzcátegui.
Uzcátegui bajó el perfil y lo mismo Fuerza Vecinal. El partido que apoyaba la celebración de las primarias opositoras y que prometía lanzar un candidato propio para dirigir los destinos de la República, terminó retirándose y atacando el proceso interno, que a la postre sería ganado de forma avasallante por María Corina Machado. El sabotaje a las primarias generó una crisis que llevó a la división de FV. Los alcaldes de El Hatillo, Elías Sayegh, y Los Salias, Josy Fernández, rompieron con la organización. A estos fundadores les siguieron otros regidores y decenas de dirigentes en todo el país. Más adelante, el régimen le cobró su rebeldía a Sayegh y Fernández, imponiéndoles una inhabilitación por 15 años.
En lista
Ni Gustavo Duque (Chacao) ni Darwin González (Baruta) —perfectamente habilitados— se atrevieron a dar el paso. Siempre esquivando los temas peliagudos de la política nacional, prefieren quedarse en sus municipios apostando por la “reelección indefinida”. Entonces, lanzaron al ruedo a Máximo Sánchez, secretario general de FV cuya experiencia se limita a ser concejal en Chacao y antes en el extinto Cabildo Metropolitano.
¿Y, entonces, qué pasó con Uzcátegui? Pues aparece como cabeza de la lista nacional de FV a la Asamblea Nacional. El único nombre medianamente reconocible de esa plancha. De aspirar a ser el gobernador del segundo estado más importante del país, con una enorme influencia política, a buscar una de las 288 curules de un Parlamento que inexorablemente continuará bajo el control de Nicolás Maduro.
Muchas preguntas quedan en el aire. ¿Cuándo Uzcátegui perdió su interés por la gobernación de Miranda? Si en 2021 se enzarzó en aquella disputa con Ocaríz que tanto ruido provocó, ¿por qué no competir ahora? ¿Cómo entender que los alcaldes de los municipios más relevantes del área metropolitana no busquen ascender? Y más importante: ¿Fuerza Vecinal se gobierna o la gobiernan?