Ilustración elaborada por Luis Pacheco en Midjourney

Venezuela, Irán, Rusia y Estados Unidos: un “cóctel” petrolero de cuidado

La cancelación de licencias para operar en Venezuela impacta el 30% de su producción petrolera. Chevron, Repsol y Maurel & Prom están en la mira de EE.UU.

La presidencia de Trump ha sido en sus primeros meses dinámica y disruptiva, atrayendo mucha atención mediática tanto en la política interna de EE. UU. como a nivel mundial. Su estilo de liderazgo, politizado y confrontacional, lo ha mantenido en el centro de las noticias. 

En lo que se refiere al mercado petrolero, Trump ha sido el actor preponderante en las últimas semanas. Uno de los potenciales efectos colaterales de la dura guerra comercial de imposición de aranceles que lleva a cabo el inquilino de la Casa Blanca podría ser una reducción de la demanda petrolera mundial. En paralelo, la orden ejecutiva de la administración norteamericana ha endurecido las sanciones petroleras contra Venezuela, imponiendo sanciones secundarias a los compradores de crudo venezolano. Además, se ha reforzado el cumplimiento de las sanciones petroleras contra Irán, congelando el flujo de crudo iraní a China. Estas acciones podrían reducir significativamente la oferta de crudo en el mercado, generando una percepción alcista reflejada en los precios de la semana.

Venezuela

Se aprieta el cerco

Después de casi una década de irrelevancia en el mercado petrolero, Venezuela vuelve a salir a la palestra en un escenario de estrangulamiento de su sector petrolero que depende, en el corto plazo, más de las acciones de actores externos que de lo que puede hacer o no hacer el régimen venezolano. La cancelación y subsiguiente prórroga de licencias para operaciones petroleras en Venezuela, particularmente de Chevron, Repsol, Global Oil Terminals y Maurel & Prom, que representan alrededor del 30 % de la producción total del país, junto con una orden ejecutiva del presidente Trump que impondría aranceles a los productos de países que compren crudo venezolano, parecería conformar un estrangulamiento a la economía venezolana. Hay que recordar que la principal fundación de la economía del país es su capacidad de generar divisas por la venta de sus hidrocarburos. 

No obstante, siempre hay varias interpretaciones de los eventos, y aristas que pueden pasar desapercibidas. Esta combinación de amenazas norteamericanas, cuál tenaza de presión, hay que evaluarla en el contexto de los renovados esfuerzos de ese país por hacer cumplir las sanciones a las exportaciones petroleras de Irán, una industria petrolera de EE. UU. estancada, la incertidumbre en las reacciones internacionales a la guerra de aranceles y aranceles secundarios, y los escollos encontrados en la búsqueda de una resolución a los conflictos bélicos en Ucrania y Medio Oriente. Este marco geopolítico y económico, multivariable e impredecible, hace difícil determinar un solo desenlace.

Pareciese fácil deducir que el objetivo de esta combinación de reinstauración de las sanciones a las actividades petroleras de las multinacionales en Venezuela, y la orden ejecutiva imponiendo tarifas secundarias y los compradores de crudo venezolano, es el de ejercer, esta vez, máxima presión en la forma de una suerte de bloqueo económico, dejando al régimen sin una buena parte de sus ingresos en divisas, si el bloqueo llegase a ser efectivo. Lo que está menos claro, o al menos público, es cuál es el objetivo final de la administración Trump.

En la práctica, los resultados de las dos medidas coercitivas a Venezuela dependen de la reacción de los países confrontados con las tarifas secundarias y también de la rigurosidad y destreza de la Casa Blanca a la hora de darle coherencia con otras tarifas y aranceles ya existentes en el marco de las relaciones comerciales de esos países con EE. UU. En cuanto a las reacciones soberanas de cada país, el posicionamiento reflejará el interés comercial de cada país individual, generalmente una función de la magnitud del flujo económico y también en la posición geopolítica que cada país quiera o pueda plantarle a EE. UU., en particular en el caso venezolano. 

Preliminarmente, observamos que la India no parece estar dispuesta a tener que pagar la tarifa de 25 % adicional en sus productos, ni tiene planteado enemistarse con la primera potencia mundial. Según un reporte de Reuters, la petrolera india, Reliance, cesará sus compras de petróleo venezolano, después de recibir el cargamento actualmente en tránsito. También se reporta que Repsol (España), ENI (Italia) y Maurel et Prom (Francia) estarían siendo notificadas de que sus licencias o cartas de confort serán revocadas.

Muy diferente podría ser la posición de China. Hasta ahora el gobierno chino ha sido muy cuidadoso de no adquirir crudos sancionados, ni permitir en sus puertos tanqueros sancionados por EE. UU.; de ahí todos los trasbordos, cambios de nombre, ventas intermedias y otras peripecias que se han tenido que utilizar para poder mantener un flujo relativamente constantes de crudo venezolano a las refinerías chinas. Pero en cuanto a la orden ejecutiva, mediante la cual se le impondría un 25 % de tarifas al enorme flujo de productos hacia EE. UU., por unas compras relativamente insignificantes de crudo, la reacción puede no ser puramente económica. Ya elevaron una fuerte protesta por la naturaleza de la orden ejecutiva y probablemente será la primera y quizás única negociación geopolítica tenga que hacer el secretario de Estado, Rubio, en esta materia. Por lo pronto, varios VLCC (very large crude carriers) están camino al puerto de Jose o están fondeados en las cercanías, esperando cargar crudo pesado venezolano para su entrega a China.

España se quejó de la medida y amenazó con tomar medidas en represalia, pero por ahora el tanquero que se dirigía a Venezuela fue desviado y no llegó al puerto de Jose, indicativo de que la mayoría de los países no están dispuestos a exponer todo su comercio con EE. UU. a la amenaza de tarifas secundarias.

Por supuesto, las limitaciones para colocar los hidrocarburos venezolanos, que resultarán de las particularidades de cada país y de la efectividad de las sanciones, se terminarán reflejando en los niveles de producción, una vez utilizada la capacidad de almacenaje en el país, en tierra o flotante. En la actualidad, Venezuela exporta algo más de setecientos mil barriles por día (700 Mbpd) de petróleo y productos refinados, destinados a China, EE. UU., India, España y Cuba. 

En el gráfico anexo, se muestran cuatro posibles resultantes de niveles de exportación en función del efecto de las medidas norteamericanas, suponiendo su vigencia a partir del 2 de abril.

En un primer caso, las exportaciones se mantendrían en niveles similares a los actuales, mientras el periodo de “wind down” de las licencias se mantenga vigente.  Al terminar las actividades de Chevron, como se establece en la Licencia 41-B, y con un mínimo de colocación en otros mercados, las exportaciones se reducirían en unos 270 Mbpd. Asimismo, la cancelación de las otras licencias y cartas de confort de la OFAC tendría un impacto negativo adicional. La última columna muestra el componente de las exportaciones que no genera ingresos para el régimen y, por lo tanto, pudiéramos suponer fuera de las sanciones. 

En un caso extremo (improbable, pero no imposible) de que las medidas logren reducir la exportación a niveles mínimos, una gran parte de la producción tendría que cerrarse por falta de capacidad de almacenamiento y falta de diluente para la mezcla de las segregaciones Merey-16 y DCO; esto significaría un embargo petrolero de facto, con efectos negativos catastróficos sobre la economía, la población general, y la estabilidad política del régimen. 

Por cierto, algunos analistas sostienen que la producción bajo licencias de OFAC se mantiene hasta el 2 de abril, fecha en la cual comienza el proceso denominado “wind down”, o sea el desmontaje de las operaciones llevadas a cabo por las empresas internacionales y que los volúmenes producidos después de esa fecha, y hasta el 27 de mayo, no se considerarán protegidos por las licencias. Esto no está muy claro todavía.

Claramente, los volúmenes considerados como reducciones en cada una de las columnas del gráfico podrían ser redirigidos a aquellos destinos que hagan caso omiso de las tarifas secundarias o podrían ser total o parcialmente eximidos de sanciones mediante negociaciones bilaterales al estilo “Richard Grenell” en materias de retorno de inmigrantes ilegales, liberación de presos norteamericanos y algunos puntos de “coincidencia comercial”, por llamarlo de alguna forma. Que esas negociaciones incluyan temas políticos, que es el meollo del problema venezolano, también es posible.

De manera que estos resultados, cualquiera que sea el nivel de producción/exportación de crudos y productos que resulte, conforma un escenario altamente recesivo que profundizara los problemas económicos que el país viene arrastrando durante casi dos décadas y que han empeorado con el mero anuncio de estas recientes políticas.

En efecto, el régimen ha tratado de mitigar el deterioro del signo monetario sin éxito. A fines de la semana, la tasa de cambio de Bs./$ se disparó hasta colocarse por encima de 100 Bs./$, mientras que la tasa oficial se restringió artificialmente, rozando 70 Bs/$, una brecha del 49 %. Las divisas disponibles para el mercado cambiario, mediante los diferentes mecanismos, se mantienen bajas. Al igual que el mes pasado, el gasto público continúa a niveles anormalmente reducidos y el crédito bancario es inexistente. Esa combinación determina el deterioro de la economía, alimentando el ya conocido círculo vicioso de caída del PIB, devaluación del signo monetario y aumento de la inflación. 

Mientras todo esto se decanta en Venezuela, debemos notar la visita del secretario de Estado, Marco Rubio, a Guyana y el Caribe, mientras la administración Trump intensifica su compromiso en el hemisferio occidental para promover la independencia energética y frenar la migración ilegal, el narcotráfico y la violencia de las pandillas. Particularmente, en Guyana, el secretario Rubio prometió que EE. UU. respondería con contundencia si Venezuela ataca a Guyana en medio de la disputa territorial entre los dos países.

En el aspecto de política interna, el régimen ha tomado la repatriación desde los EE. UU.  de los inmigrantes ilegales como una bandera política. Habla de recibir con brazos abiertos a los compatriotas que el “imperialismo yanqui” ha maltratado. En cuanto a los deportados a El Salvador, bajo la presunción de que son miembros de la banda denominada “Tren de Aragua”, el régimen ha levantado una protesta por la violación del derecho de estos venezolanos al debido proceso y a tener sentencias firmes antes de encarcelarlos. Crasa ironía cuando en el país hay cientos de presos civiles y militares que hace años esperan sin ser juzgados y sin proceso judicial acorde a las leyes nacionales e internacionales.

Por el lado de las elecciones generales, programadas para mayo, las complicaciones del momento actual parece que están favoreciendo una posposición de estas. La “oposición funcional” continúa haciendo campaña para insistir en la conveniencia de votar, sin mencionar el fraude de las elecciones del 28 de julio pasado, y haciendo caso omiso de la debilidad actual del régimen ante las sanciones ya mencionadas.

Operaciones petroleras

Venezuela se encuentra en medio de una nueva crisis eléctrica, especialmente en el occidente del país, principalmente por los bajos niveles de los embalses en los Andes, aunado a la baja disponibilidad de la generación termoeléctrica y limitaciones en el sistema de transmisión para traer electricidad desde el Guri. A raíz de esta crisis, el régimen ha decretado un horario de trabajo reducido para todas las dependencias públicas, no críticas, incluyendo partes de PDVSA y sus filiales. La nueva jornada laboral en la administración pública es de tres días a la semana, por espacio de cuatro horas y media por día. Un intento de adormecer el país ante las diferentes crisis que ha creado.

Dos accidentes en los campos de producción fueron reportados durante la semana: 

  • El 25 de marzo, una barcaza de servicios petroleros, el Cristi Bay, explotó en el lago de Maracaibo, ocasionando la muerte de tres trabajadores y al menos seis heridos. La embarcación, propiedad de Servicios y Obras Sudamericana C.A. (SOSCA) se hundió tras la explosión. Esa misma empresa sufrió un accidente similar hace unos meses, con el hundimiento de la barcaza Chantise G, en la que murieron otros seis trabajadores. Aparentemente, llevaban a cabo trabajos para la EM PetroZamora.
  • En el complejo de Jose, en el oriente del país, en la planta de mejoramiento de la EM PetroCedeño, actualmente utilizada para producir una corriente intermedia para la alimentación del complejo refinador en Paraguaná, se presentó una fuga de grandes proporciones del gas venenoso H2S, difícil de dispersar por ser más pesado que el aire. Afortunadamente, no se reportaron afectados a pesar de la seriedad del accidente. 

La producción de crudo durante la última semana promedió ochocientos setenta y dos mil barriles por día (872 MBPD), distribuidos geográficamente como sigue: 

  • Occidente 224 (Chevron 106)
  • Oriente 128
  • Faja del Orinoco 520 (Chevron 120)
  • TOTAL872 (Chevron 226)

Las refinerías nacionales procesaron 220 Mbpd de crudo y productos intermedios, con un rendimiento de 80 Mbpd de gasolina y 76 Mbpd de diésel. 

El precio promedio de venta de los barriles comercializados bajo el amparo de licencias OFAC, neto de pago de deuda, fue de $51,4 /bbl y el promedio ponderado de toda la exportación fue $33,53/bbl. Hasta la fecha, no se ha observado ninguna actividad indicativa de cesación de operaciones de las empresas licenciadas. Los despachos de crudo bajo licencias están saliendo con normalidad y no hay razón para que no continúen así hasta que el periodo de “wind down” de cada licencia comience. 

Así las cosas, se prevé que la exportación a EE. UU. alcance los 270 Mbpd para marzo. A China podría llegar cerca de los 320 Mbpd y a la India 66 Mbpd. Reliance, la compañía india, ya anunció que, después de recibir el cargamento en tránsito, suspendía la compra de crudo venezolano hasta que se aclare la situación de las sanciones. España recibirá 33 Mbpd, el último tanquero fue desviado antes de arribar a Jose, como mencionamos anteriormente. El gobierno español habla de defender los derechos de Repsol en Venezuela.

CITGO

En Delaware, un juez federal estadounidense enfrenta nuevas disputas entre acreedores mientras intenta avanzar con la subasta de acciones de PDV Holding, matriz de la refinería Citgo Petroleum. 

  • La subasta busca pagar a 18 acreedores por impagos y expropiaciones de Venezuela y PDVSA.
  • El proceso se reinició en enero después de que una subasta anterior fracasara, donde se rechazó una oferta de $7.300 millones de Elliott Investment Management.
  • El funcionario judicial a cargo del proceso (special master) recomendó una oferta mínima de $3.700 millones de Red Tree Investment (filial de Contrarian Funds) como “caballo de acecho” (stalking horse).

Esta última estrategia del tribunal busca desenredar un caso judicial que tiene ya más de ocho años, y que se origina en las acciones de expropiación y deudas de las administraciones de Hugo Chávez y Nicolás Maduro. Las probabilidades de que esta estrategia sea exitosa parecen bajas, sobre todo porque la oferta de Red Tree vincula el caso en Delaware con el caso de los bonos PDVSA 2020 en Nueva York, del cual Contrarian Funds también es parte. Elliott Investment Management protestó la recomendación del oficial de la corte y solicitó acceso al acuerdo sellado para pagar a tenedores de bonos venezolanos.

Fundamentos

Los fundamentos petroleros imprimieron al mercado una sensación de tranquilidad, al descartar una cantidad de noticias que al fin del día no tienen la entidad de causar volatilidad justificada en los precios. La relativa estabilidad del negocio petrolero de EE. UU., la actividad de taladros prácticamente constante a nivel mundial y los anuncios de apertura de producción y compensaciones mensuales por sobreproducción de la OPEP+ han servido de agente mitigador a la volatilidad de los precios petroleros. Los inventarios de crudo comercial en EE. UU., reportados por la EIA, muestran una caída de 3,3 millones de barriles, a pesar de un incremento en las importaciones de más de 5 millones de barriles de crudo. Los inventarios de destilado y gasolina también mostraron un leve declive.

La demanda mundial continúa subiendo según los pronósticos; hasta el último informe de la IEA hace un raro ajuste hacia arriba. Mientras tanto, el crecimiento del suministro se mantiene rezagado, producto, principalmente, de la declinación general de los incrementos de producción en Brasil y Canadá, de manera tal que la brecha de la demanda sobre el suministro se mantiene relativamente constante. 

Las conversaciones para reanudar las exportaciones de petróleo kurdo, a través del oleoducto entre Irak y Turquía, siguen estancadas debido a desacuerdos sobre pagos y contratos. Las negociaciones, iniciadas en febrero, aún no han resuelto el bloqueo de casi dos años que detiene los flujos desde el Kurdistán iraquí hasta el puerto turco de Ceyhan, retrasando un aumento programado de cien mil barriles por día de crudo al mercado.

Los catalizadores de mercado se están nutriendo de la compleja mezcla geopolítica de las sanciones, aranceles, redistribución de clientes y acciones reactivas. El motor de toda esta nueva forma de control del mercado petrolero está en Washington y es parte integral de la concepción de redistribución de poderes mundiales que mueve a la Casa Blanca, y que busca resolver las guerras que hoy afectan las economías y desbalancean las formas tradicionales del comercio petrolero y sus líneas de suministro.

Geopolítica

Rusia y Ucrania acordaron un acuerdo tentativo, mediado por los Estados Unidos, para pausar los ataques a la infraestructura energética y a la navegación en el mar Negro; sin embargo, Moscú luego hizo nuevas demandas sobre el acuerdo del mar Negro. Ambas partes se acusaron rápidamente de violaciones. En cualquier caso, esto pone de relieve los desafíos que supone negociar una paz más amplia en ese conflicto.

El presidente francés, Emmanuel Macron, organizó una cumbre europea en la que se consideraron los planes para desplegar tropas en Ucrania con el fin de consolidar un posible acuerdo de paz. Sin embargo, horas después de la cumbre, Vladímir Putin declaró que Rusia no aceptará ninguna tropa de los miembros de la OTAN como parte de una posible fuerza de mantenimiento de la paz. Macron y otros participantes de la cumbre de París acusaron a Rusia de solo fingir querer una solución negociada. Keir Starmer indicó que “Rusia está jugando y ganando tiempo, no podemos permitir que alarguen esto mientras continúan con su invasión ilegal”.

Adicionalmente, Vladímir Putin, propuso poner a Ucrania bajo un gobierno temporal bajo el paraguas de la ONU como parte de las condiciones para alcanzar una solución pacífica a la guerra; una declaración entusiasta que reflejó la determinación del ruso para lograr sus objetivos de guerra. Putin afirmó que el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, cuyo mandato expiró el año pasado, carece de legitimidad para firmar un acuerdo de paz y que cualquier acuerdo que se firme con el actual gobierno ucraniano podría ser impugnado por sus sucesores. Esta sugerencia ya había sido rechazada por Washington y los líderes Europeos y también, como era de esperar, ha recibido una respuesta similar de la propia ONU. El secretario general de la organización, António Guterres, afirmó hoy que Ucrania tiene un gobierno legítimo que debe ser respetado.

Por otra parte, funcionarios ucranianos declararon el viernes que aún no se han finalizado los términos de un acuerdo que otorga a Washington una participación en las ganancias de la extracción y exportación de los abundantes minerales de Ucrania. Sin embargo, un resumen de las propuestas, al que tuvo acceso la agencia de noticias Reuters, mostraba que EE. UU. exigía todos los ingresos de Ucrania por recursos naturales durante años, hasta que Ucrania hubiera reembolsado el costo de toda la ayuda estadounidense durante la guerra, más los intereses. Zelenski ha reiterado que acepta la idea de una participación estadounidense en los ingresos provenientes de la explotación de los recursos naturales de Ucrania, pero no un acuerdo que empobrezca a su país.

En el otro foco neurálgico, en el medio oriente, Israel llevó a cabo el viernes su primer gran ataque aéreo sobre los suburbios del sur de Beirut en meses, en represalia por el lanzamiento de un misil desde el Líbano, en la prueba más seria al inestable acuerdo de alto el fuego acordado en noviembre. 

En cuanto a Gaza, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, advirtió a Hamás que Israel mantendrá una presencia permanente en partes de Gaza a menos que los rehenes en Gaza sean liberados, y que había dado instrucciones al ejército “para que ocupe áreas adicionales en Gaza, mientras evacúa a la población, y para que amplíe las zonas de seguridad alrededor de Gaza para proteger a las comunidades israelíes y a los soldados de las FDI mediante el mantenimiento permanente del territorio por parte de Israel. 

EE. UU. bombardeó nuevamente blancos hutíes en Yemen. Grabaciones aéreas indican que el objetivo fue el cuartel general del ejército, ocupado por los hutíes. Este episodio ha creado una mini crisis política en Washington, al saberse que los funcionarios de seguridad distribuían información sobre el ataque a través de una aplicación no segura.

Otros desarrollos

Las actividades indirectas derivadas de la exigencia de cumplimiento de las sanciones contra las exportaciones petroleras iraníes han tenido efectos notorios. Al menos once petroleros VLCC, con crudo iraní, han quedado varados en aguas territoriales de Malasia, y el almacenamiento flotante en la zona ha aumentado a 18 millones de barriles, evidencia de que las refinerías chinas continúan posponiendo sus compras mientras evalúan el impacto de las sanciones estadounidenses. El ministro de Petróleo de Irán, Mohsen Paknejad, ha declarado que las nuevas sanciones y los esfuerzos de represión por parte de la administración Trump contra las exportaciones de energía de Irán no han tenido un impacto significativo.

En el tema del control logístico del canal de Panamá, de prioridad para el presidente Trump. Se había acordado que el conglomerado CK Hutchison de Hong Kong vendiera sus concesiones portuarias a ambos lados del canal a un filial de BlackRock. Se esperaba que la documentación definitiva se firmaría el 2 de abril. No obstante, la firma fue pospuesta, y está pendiente de que el gobierno chino revise la conveniencia de la operación.

Dinámica de precios

El potencial efecto de retirar del mercado volúmenes relevantes de crudo de Irán y Venezuela por las políticas sancionatorias de EE. UU. y una demanda que parece consistente en su crecimiento, sumado al aumento general de los riesgos geopolíticos, continúan dando razones al mercado para mantenerse con talante alcista, por ahora. Sin embargo, los precios tuvieron contratiempos para mantener las ganancias durante la semana por la incertidumbre macroeconómica relacionada con la interacción entre sanciones y aranceles. 

De manera que el mercado volvió a tener una semana con ganancias leves, de un 2 % con respecto a la semana anterior. Al cierre de los mercados, el viernes 28 de marzo de 2025, los crudos marcadores Brent y WTI, se cotizaban en $73,63/bbl y $69,36/bbl, respectivamente. 

M.Juan Szabo, Analista Internacional de Energía
Luis Pacheco, Académico no-residente del Baker Institute

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