Venezuela en CERAWeek 2025: Energía, democracia y reconstrucción

El evento energético más importante del mundo, CERAWeek 2025, sirvió como plataforma para que los líderes democráticamente electos de Venezuela presentaran su visión sobre la reapertura del sector energético del país. El presidente electo, Edmundo González Urrutia, y la líder opositora, María Corina Machado, expusieron su hoja de ruta para transformar a Venezuela en el Centro Energético de las Américas, destacando que este objetivo solo será posible con el restablecimiento pleno de la democracia.

Una visión privatizada y transparente

En su presentación en Houston, el jueves 13 de marzo, los líderes venezolanos detallaron su estrategia basada en la privatización total del sector petrolero y gasífero, con un gobierno que actuaría exclusivamente como regulador transparente. La propuesta busca atraer inversores a través de un marco normativo confiable, garantizando derechos de propiedad y licitaciones ordenadas y abiertas al capital privado.

El presidente electo Edmundo González Urrutia dejó en claro la magnitud de la oportunidad que representa Venezuela para el mundo energético: “Cuando se trata de la producción global de energía, Venezuela representa la mayor oportunidad del mundo. Nuestro país posee un potencial inigualable, basado en nuestros abundantes recursos naturales, costos de producción competitivos y una larga tradición en la industria petrolera”.

María Corina Machado, desde la clandestinidad en Venezuela, envió un mensaje directo a empresas energéticas de todos los tamaños, resaltando las oportunidades sin precedentes que se abren en el país. En paralelo, Juan Fernández, asesor clave en energía del presidente electo y Machado, estuvo presente en el evento para reuniones y entrevistas.

El papel de la democracia en el futuro energético venezolano

El relanzamiento del sector energético venezolano no solo está ligado a su potencial en recursos naturales, sino a la necesidad de un cambio político profundo. La historia reciente ha demostrado que sin instituciones democráticas, seguridad jurídica y transparencia, los recursos energéticos pueden convertirse en una fuente de corrupción y control autoritario, en lugar de desarrollo y prosperidad para la población.

En este sentido, Machado afirmó que “en las elecciones presidenciales del año pasado, el pueblo venezolano habló con claridad. De manera abrumadora, eligió la libertad y la prosperidad, votando por una transformación completa de nuestra nación hacia una sociedad próspera, segura y abierta. Esta decisión prevalecerá”.

De la crisis a la reconstrucción

Desde la llegada del chavismo al poder, la producción petrolera venezolana ha colapsado debido a malas gestiones, expropiaciones arbitrarias y el uso de PDVSA como herramienta política. Esta nueva estrategia apunta a revertir ese deterioro, creando un entorno competitivo y atractivo para la inversión extranjera, con un marco fiscal favorable y alineado con los estándares internacionales de protección de inversiones.

Machado explicó que el plan Venezuela, Tierra de Prosperidad se basa en principios fundamentales: “La industria petrolera y gasífera será totalmente impulsada por el sector privado. El gobierno se limitará a ser un regulador eficiente y transparente. Todos los campos petroleros y gasíferos de Venezuela estarán abiertos a la inversión privada, garantizando derechos de propiedad y respetando a los accionistas minoritarios en las empresas estatales”.

Además, la expansión masiva de la producción petrolera no solo traerá beneficios económicos para Venezuela, sino que también fortalecerá la seguridad energética en el hemisferio occidental.

Un paso hacia el futuro

CERAWeek 2025 no solo sirvió como una plataforma para atraer inversión al sector energético venezolano, sino también como una demostración de que el camino hacia la reconstrucción del país comienza con el restablecimiento de la democracia.

“Hoy les ofrecemos una alianza que generará una enorme creación de riqueza, no solo para el bienestar del pueblo venezolano, sino también para sus accionistas y para la seguridad energética del hemisferio occidental. Venezuela está de vuelta en el negocio energético. Construyamos juntos este futuro”, concluyó Machado.

El mensaje desde Houston fue claro: Venezuela está lista para abrir sus puertas al mundo, pero solo en un contexto de libertad y reglas claras. Para las empresas y los gobiernos que han observado desde lejos la crisis venezolana, esta presentación fue la primera señal concreta de que la reconstrucción, después de décadas de devastación, ya ha comenzado.