
Los Marielitos del siglo XXI: De promesas de asilo a políticas de deportación
De promesas de asilo a políticas de destierro: la paradoja de los inmigrantes venezolanos, ayer aliados y hoy indeseables.
WASHINGTON, DC– La crisis migratoria venezolana y los operativos de deportación puestos en marcha por la Casa Blanca, traen ecos de una historia similar ocurrida hace casi medio siglo entre Cuba y Estados Unidos (EEUU) cuando, entre mayo y octubre de 1980, Fidel Castro autorizó, a través del Puerto de Mariel, a escasos 40 kilómetros de La Habana, el paso de 3mil embarcaciones enviadas por el presidente Jimmy Carter, dispuestas a trasladar y refugiar a más de 100 mil disidentes cubanos en el sur de Florida, especialmente la ciudad de Miami.
Pasa que del acuerdo entre Carter y Castro, el líder de la revolución cubana olvidó advertirle al Tío Sam que, entre los marielitos, estaba enviándole a gran parte de su población carcelaria.
Años después, las estadísticas políticas, sociales y policiales, demostraron que de los 125mil refugiados que llegaron al sur de Florida, al menos 25mil tenían antecedentes penales en Cuba¹
Y tal fue el escándalo diplomático, que hasta los cineastas Oliver Stone y Brian De Palma encontraron en los marielitos el leitmotiv de Scarface (1983), película de cabecera del género gángster, protagonizada por Al Pacino y hoy considerada un clásico del cine.
”Quien no tenga genes revolucionarios, quien no tenga sangre revolucionaria, quien no tenga una mente que se adapte a la idea de una revolución, quien no tenga un corazón que se adapte al esfuerzo y al heroísmo de una revolución, no los queremos, no los necesitamos”,
Fidel Castro, 1 de mayo de 1980
Sin ir muy lejos, es precisamentecon estas declaraciones de Castro, hechas con motivo del Día del Trabajador, que inicia la historia del protagonista de Scarface, Antonio (Tony) Montana, un marielito con historial criminal en Cuba, que llega a Miami con una mano adelante y otra atrás, y acaba convirtiéndose en un capo del narcotráfico y patrón de un imperio criminal sin precedentes.
Pero así como ninguna ficción puede abarcar la realidad total, también es cierto que ni todos los cubanos que desembarcaron en el sur de la Florida eran criminales, ni todos los venezolanos en Estados Unidos pertenecen al Tren de Aragua.
Sin embargo, tanto los cubanos de aquel entonces, como los venezolanos en la actualidad, sufren la estigmatización y criminalización de su gentilicio, convirtiéndose en las nuevas víctimas del racismo y la xenofobia que en en el pasado sufrieron los marielitos.
La diferencia es que los cubanos contaron con Carter ylos venezolanos creyeron contar con Trump.
Hasta que llegó “la traición”.
Los Marielitos del siglo XXI (o cómo El Tren de Aragua y los MAGAzolanos se fueron al bosque un día para nunca más volver)
Basta una pizca de malicia y cultura pop para imaginarse cómo, en un futuro no muy lejano, Hollywood hará una y varias películas sobre algún líder —real o no. Qué importa.— del Tren de Aragua. Conocida en EEUU por sus siglas, TDA, la megabanda criminal goza de una alta popularidad entre noticieros estadounidenses, y sensacionalistas de YouTube, al menos, desde 2023.
La presencia del TDA no se remite sólo a la prensa en inglés. Países como Chile (Chilevisión), Perú (El Comercio), y por supuesto Venezuela (Ronna Rísquez), han documentadolos orígenes y la presencia del TDA en la región, siendo EEUU el país donde el grupo delictivo fue retórica de Donald Trump durante su campaña presidencial en 2024. Por su posición contra el TDA y por decirse enemigo del régimen de Nicolás Maduro, el republicano recibió el apoyo de la comunidad venezolana a un punto tal, que el día de su investidura y desde el Salón Oval, se refirió a la comunidad venezolana como uno de sus grandes bastiones para llegar a la presidencia.
Y si este fuese el plot de una película sobre los marielitos del siglo XXI, aquí el plot-twist:
Apenas 15 días después, Trump decidió expulsar del país a los migrantes venezolanos. Incluso aquellos con Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) cuya situación migratoria es diametralmente opuesta² a la de inmigrantes indocumentados.
Así las cosas, es comprensible que los venezolanos en EEUU que tan fervientementeapoyaron a Trump (popularmente conocidos como MAGAzolanos), se sientan traicionados por su líder, mientras lidian con el reloj de arena de su situación legal en el país.
Al calor de los acontecimientos, el tiempo dirá si a los MAGAzolanos, tan furibundamente en contra del partido demócrata y de todo lo que huela a izquierda, les resulta más fácil encontrar cómo quedarse o adónde ir, que aceptar, obligatoria y públicamente (porque el pasaporte no miente) que Joe Biden los recibió y Donald Trump los expulsa.
¹ El entonces Comisionado de la ciudad de Miami, Demetrio Pérez, afirmó que “incluso entre los marielitos con antecedentes penales, cientos de ellos eran cargos menores y con motivaciones políticas, por su oposición al régimen comunista”. Según cifras estimadas, de los 125mil cubanos que llegaron a EE.UU., alrededor de 2.700 podían ser considerados criminales peligrosos.
² El TPS fue creado en 1990 para personas cuyo regreso a su país de origen representa peligros inminentes, ya sea por conflictos políticos o armados, motivos humanitarios o desastres naturales. En 2021, Venezuela entró a la lista de países que pueden beneficiarse del programa. Las personas acreedoras del TPS deben contestar, mostrar y comprobar una serie de informaciones que el gobierno estadounidense debe confirmar para otorgarle el beneficio. Entre los países que han formado parte del programa se encuentran Afganistán, Camerún, El Salvador, Etiopía, Haití, Honduras, Líbano, Nepal, Nicaragua, Somalia, Sudán, Sudán del Sur, Siria, Ucrania y Yemen.