El indescifrable Donald J. Trump
"Es evidente que la línea central de la política energética de la nueva administración —al menos en los hidrocarburos— es incrementar la oferta para reducir los precios y debilitar la inflación"
Que el recién instalado presidente Trump sea un elemento disruptor en la economía y la geopolítica es algo que no debiera ser una sorpresa. Su primera presidencia y su exitosa campaña como candidato ya nos habían dado suficientes pistas sobre los muchos temas que ocupan su febril imaginación. Sin embargo, y aunque este segundo período de arranque luce más ordenado que su primera administración, tampoco debe ser una sorpresa que sus primeras acciones, aunque esperadas, hayan producido tantas dudas como certidumbres. Por ejemplo, la incertidumbre sobre cuándo y a quién le serán impuestos los tan mentados nuevos aranceles, y la insistencia en reducir los precios de energía, especialmente los de los hidrocarburos, pesan sobre un mercado petrolero que pierde el ritmo alcista que traía en las últimas semanas, terminando los precios a la baja. Por el contrario, los precios del gas natural se mostraron indiferentes a las noticias y se mantuvieron fieles a los fundamentos.
Es evidente que la línea central de la política energética de la nueva administración —al menos en los hidrocarburos— es incrementar la oferta para reducir los precios, y debilitar la inflación, dinamizando la economía mundial, y muy particularmente la de EE. UU., con incentivos impositivos y proteccionistas. No obstante, los detalles de la estrategia o no son claros todavía o no del todo alineados con esta megatendencia; por ejemplo, a menos precios, menos inversión. Esperemos que con el correr de las semanas se asome una claridad mayor.
Geopolítica
En el ámbito de la geopolítica, el efecto Trump, sumado a la dinámica que ya estaba en marcha, ha tenido ya sus primeros efectos. En Gaza, cuatro militares israelíes, de entre 19 y 20 años de edad, han sido liberadas y recibidas en la plaza Palestina, en el centro de la ciudad de Gaza, el sábado 25 por la mañana. A cambio, Israel ha informado que liberó a 200 prisioneros palestinos. Se espera que 70 de ellos, condenados por los delitos más graves, sean deportados a países vecinos como Turquía o Catar.
En Europa, Ucrania sigue con sus ataques a Rusia, incluida Moscú, esta semana utilizando más de 170 drones. Según el ministerio de Defensa de Rusia, esta es la mayor incursión aérea de Ucrania en su territorio en 2025. Ucrania confirmó ataques a una refinería rusa, así como a un depósito de combustible y una fábrica para misiles en la región rusa de Riazán a 170 km de Moscú. La refinería provee de combustible y otros insumos a las fuerzas armadas de Rusia. Por su parte, Rusia continuó bombardeando a Kiev durante la semana.
Más allá del segundo intercambio de rehenes por prisioneros en el Medio Oriente, una inexistente actividad bélica por parte de los Hutíes de Yemen, y una nueva ola de ataques a infraestructura petrolera en la geografía rusa por parte de Ucrania, pareciera que casi todas las confrontaciones geopolíticas esperan definiciones y acción por parte de la nueva administración de EE. UU.
En Washington, el recién juramentado secretario de Estado de EE. UU., el exsenador de origen cubano Marco Rubio, ha suspendido toda la ayuda exterior —miles de millones de dólares— con efecto inmediato, incluida la que Washington proporcionaba a Ucrania, en cumplimiento de una orden ejecutiva de Donald Trump. Solo dos países fueron excluidos de esta suspensión y revisión, Israel y Egipto, los dos países recipientes de la mayor asistencia militar de EE. UU. Aparentemente, no se asignarán nuevos fondos hasta que cada nueva concesión económica o su prolongación propuesta haya sido revisada y aprobada, de acuerdo con la agenda del presidente Donald Trump.
En el primer movimiento de esta sinfonía político-económica, la incertidumbre en torno a las amenazas arancelarias de la administración de EE. UU. a Canadá, México y China, ha sido la melodía clave esta semana. Los mercados petroleros esperan al 1 de febrero para disipar las dudas de si se trata de una táctica de negociación o, por el contrario, los aranceles se impondrán tal como anunciado originalmente.
Muy relacionado con el desenvolvimiento internacional de EE. UU. resulta la confirmación por el Senado de Peter Hegseth, ex presentador de la cadena Fox, como secretario de Defensa de EE. UU., en una dramática votación que tuvo que ser desempatada con el voto del vicepresidente Vance, ya que tres senadores republicanos votaron en contra de la confirmación.
En el Medio Oriente, Trump apuesta a una alianza diplomática entre Israel y Arabia Saudita para la estabilización de la región, acompañada de un acuerdo con Teherán limitando su programa nuclear, mientras se profundiza la ofensiva contra las organizaciones terroristas que operan desde Gaza, El Líbano y Yemen. En concordancia con estos planes, Trump mantuvo un contacto telefónico con el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salmán Al Saudi, donde habló de una potencial inversión del Reino Saudita en EE. UU.
Mientras que, en el conflicto ucraniano, Trump parece favorecer una estrategia de presión y sanciones sobre Rusia y sus actividades petroleras con el objeto de forzar a Putin a sentarse a la mesa de negociación con Ucrania y lograr una rápida resolución a la confrontación que ya tiene 3 años. Las últimas sanciones económicas, impuestas por la administración Biden están funcionando como apoyo a la intención de Trump de forzar una resolución final de la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
En efecto, la capacidad de producción, refinación y exportación de Rusia ha sufrido las consecuencias de la declinación de los yacimientos, ataques de drones ucranianos a un número importante de refinerías rusas y problemas de mantener operando la “flota oscura” de tanqueros, respectivamente. Durante el último mes, se reporta que un millón setecientos mil barriles por día de petróleo equivalente (1,7 MMbpepd) de hidrocarburos rusos no pudieron llegar a sus destinos en los mercados internacionales. El marco de sanciones entre Estados Unidos y sus aliados, que ha estado en vigor desde que Rusia invadió Ucrania en febrero de 2022, nunca tuvo la intención de cortar por completo las exportaciones de petróleo del país. Esto habría sido demasiada pérdida de volumen para que el mercado la absorbiera sin un aumento de perjudicial para la economía. Hoy eso no parece ser una preocupación central.
Este domingo, cuando nadie se lo esperaba, el presidente de Colombia, Gustavo Petro decidió no permitir la llegada a Colombia de vuelos procedentes de los EE. UU. bajo la política de deportación de inmigrantes indocumentados. La razón que alegó Petro, por medio de las redes sociales, fue que el trato inhumano a sus conciudadanos era inaceptable y debía cambiar. Este evento, a primera vista inconsecuente, escaló rápidamente a una batalla retórica y diplomática en las redes. Resumiendo algo que todavía está en desarrollo, el presidente Trump ordenó suspender la actividad de la oficina de visas en la embajada en Bogotá, seguida de la amenaza de imponer aranceles del 25 % y hasta del 50 % a las importaciones desde Colombia, si el país suramericano no modifica su posición. Finalmente, Trump ordenó suspender las visas del presidente, su familia, y miembros de su gobierno. El presidente Petro ha respondido que no será chantajeado y anunció que tomará acciones en represalia.
Aunque este episodio de realismo mágico pareciera ser una tormenta diplomática innecesaria, es posible inferir que el presidente Trump aprovecha para enviar el mensaje a la región de que su política de deportaciones hay que tomarla en serio o habrá consecuencias. Por su lado, el presidente Petro aprovecha para revivir la vieja conseja del “americano feo” y distraer la atención interna de los problemas de su gobierno, en particular la presente crisis de seguridad que enfrenta en la frontera con Venezuela.
Al cierre de esta columna, la crisis parece haber pasado. En una apresurada negociación diplomática, fuera de las redes sociales, Colombia aceptó no poner obstáculos a la repatriación de sus nacionales y EE. UU. puso en suspenso su amenaza de sanciones.
Fundamentos
Según estimaciones de analistas, el crecimiento del PIB de China en 2024 mejoró modestamente, pero muy por debajo de las previsiones oficiales de casi el 5 %. Los estímulos a la demanda interna, tomados con cierta urgencia, y otras medidas para mejorar la situación financiera de las regiones, podrían redundar en que China alcance un crecimiento de un 3 al 4,5 % en 2025, reforzando las previsiones de demanda petrolera de las últimas estimaciones.
La demanda global no parece prestarle mucha atención a las controversias en cuanto al desarrollo de la economía global, en particular lo concerniente a China e India, y continúa creciendo a una tasa saludable de más de cien mil barriles por día (100 Mbpd) cada mes, extrapolando la tendencia de los últimos meses al año 2025. Por lo tanto, el suministro definirá la tendencia de los precios del crudo a medida que se desarrolla el año 2025.
La OPEP+, custodio de los únicos barriles cerrados, ha optado por no hacer cambios a su estrategia de cortes hasta al menos abril 2025, a pesar de la rogatoria enviada por Trump al cartel en su objetivo de reducir los precios de la energía.
De manera que el mercado petrolero está lidiando con el impacto inicial de las directrices en políticas energéticas de Trump, las cuales enfatizan el aumento de la producción doméstica y la reducción de la dependencia del petróleo extranjero. En este sentido, Trump declaró una emergencia energética nacional, eliminando restricciones ambientales para promover el desarrollo de infraestructura y maximizar la producción nacional e invitando a su “Drill Baby Drill” como instrucción a la industria de su país para incrementar la actividad de perforación y completación de pozos con el objeto de reforzar la hegemonía productiva de EE. UU.
Esta expectativa puede volverse inefectiva, por lo menos en el corto plazo, ya que las actividades de petróleo y gas se desarrollan actualmente a niveles considerados por las petroleras como óptimas en términos de la distribución de recursos financieros, balanceando crecimiento y justa remuneración de sus accionistas; atrás quedaron los días de intoxicación de perforación.
En efecto, la actividad de taladros continúa en un lento, pero continuo descenso. Esta última semana, según el reporte de Baker Hughes, otros 4 taladros fueron retirados de las operaciones, pero lo más relevante es que en la cuenca más prolífica, el Pérmico, la reducción fue de 6 unidades. Una clara indicación que la industria petrolera de EE. UU., integrada por cientos de empresas privadas y públicas, se siente cómoda con el nivel de actividad y producción actual asociada a su visión de precios.
La evidencia tiende a acotar la producción de crudo en Estados Unidos entre 13,2 y 13,5 millones de barriles por día. Según las cifras de la Administración de Información Energética (EIA), los inventarios de crudo comercial cayeron un millón de barriles (1 MMbbls), una reducción modesta, pero significativa cuando se analiza el contexto: se registró un aumento de importaciones de crudo de 4,5 MMbbls.
Por el contrario, cuando revisamos la situación del gas natural global, nos percatamos de que su utilización ha crecido un 50 % en los últimos 15 años. Mientras que la producción y la infraestructura asociada se han quedado rezagadas, incrementando las transacciones de gas y sus precios, en EE. UU. ya sobrepasó los 4 $/MMBTU. Esto le presenta un reto interesante a la nueva administración, que debe balancear el precio de energía doméstico y una liberación de exportaciones de GNL (gas natural licuado).
Comportamiento de los precios
Los futuros del crudo subieron ligeramente el viernes tras recuperarse de un mínimo de dos semanas. Sin embargo, a pesar del modesto repunte, los precios del petróleo siguen bajo presión por la incertidumbre generada por los planes energéticos esbozados por el presidente Trump. La mano dura contra los regímenes rusos e iraní no parece coherente con su interés de reducir los precios de la energía para estimular la economía mundial, a menos que crea que será exitoso doblándole el brazo a los sauditas.
El crudo West Texas Intermediate (WTI) y el crudo Brent evidenciaron pérdidas semanales de casi un 4 % y un 3 %, respectivamente. Los operadores permanecen cautelosos y atentos a si el sentimiento del mercado cambia; las decisiones políticas de EE. UU. nublan el panorama para el crudo.
Así las cosas, el crudo West Texas Intermediate (WTI) y el crudo Brent evidenciaron pérdidas semanales de casi un 4 % y un 3 %, cerrando, el viernes 24 de enero de 2025, en $78,5/bbl y $74,66/bbl, respectivamente.
Venezuela y la incertidumbre
Después de una avalancha de órdenes ejecutivas de Donald Trump en los primeros días de su mandato, sorprendió que ninguna involucra directamente a Venezuela, con la posible excepción de la declaración del grupo delictivo, Tren de Aragua, como organización terrorista.
El régimen venezolano parece estar involucrado en dos situaciones geopolíticamente delicadas. En Chile, la fiscalía señala al régimen de haber mandado a asesinar al teniente Ojeda, ex militar disidente residenciado en Chile, usando como brazo ejecutor del crimen al Tren de Aragua; personas involucradas en la trama han sido capturadas en Chile y EE. UU. Por otro lado, el gobierno colombiano está exigiendo que Venezuela no le dé albergue a los guerrilleros del ELN (Ejército de Liberación Nacional), ya que están utilizando territorio venezolano como plataforma para ejecutar sus ataques en la región del Catatumbo y descarrilando los intentos del presidente Petro por lograr una paz negociada con los grupos armados.
Venezuela estuvo en el centro de las divergencias en las declaraciones de los personeros nombrados por Trump como miembros de alto nivel de su administración. El secretario y subsecretario de Estado, el secretario del Tesoro y el mismo presidente Trump, hablaron de la ilegitimidad de Maduro y su régimen, de su involucramiento con el narcotráfico y la violación continuada de los derechos humanos. Mientras tanto, Richard Grenell, enviado de la Casa Blanca para misiones especiales de Venezuela, declaró el mismo día de la juramentación de Trump que sostendría conversaciones con el régimen venezolano y que el día siguiente comenzarían las reuniones. Estas públicas diferencias en la posición de Washington, en particular después de declarar que Edmundo González es el presidente de Venezuela elegido en las elecciones del 28 de julio, infunden un grado de duda en cuanto a la dirección que tomaran con respecto a Venezuela.
En todo caso, el régimen parece estar preparándose a sobrevivir los embates de sanciones más variadas y severas, lo cual complicaría el manejo de la economía, que ya está sufriendo los problemas generados por las incertidumbres poselectorales. La escasez de divisas ha obligado a reducir el gasto público, devaluar el bolívar y exponerse a una creciente inflación. El régimen evitará, hasta donde le sea posible, retornar a otra etapa de hiperinflación, a expensas de reducciones en el consumo y el tamaño de la economía. La tasa oficial se dejó deslizar hasta 56,22 Bs./$ y el paralelo se situó alrededor de 66,4 BS./$, reduciendo la brecha entre las dos a menos de el 20 %.
Pero la gran incertidumbre continúa siendo el tratamiento que recibirán las licencias OFAC hoy en operación. En el caso de su cancelación, estimamos que los ingresos petroleros netos en los próximos 12 meses se reducirían en un 40 %, y en los próximos 15 meses en un 53 %. Esto sería una reducción dramática, sobre todo si consideramos que en el caso más extremo, por lo saturado que estaría el mercado del sureste asiático de crudo sancionado de Rusia, Irán y Venezuela, no es descartable que se tenga que recurrir a cortes de producción.
Operaciones petroleras
Una serie de explosiones relacionadas con el sistema de gas natural ha sacudido en varias ocasiones al oriente del país en los últimos meses, el último en la misma área del catastrófico accidente de la planta de Muscar, pero no hay noticias sobre daños causados.
La producción de crudo durante la última semana promedió ochocientos sesenta mil barriles por día (860 Mbpd). La distribución regional de la producción se muestra a continuación:
Región Mbpd
- Occidente 208 (Chevron 93)
- Oriente 131
- Faja del Orinoco 521 (Chevron 120)
- TOTAL 860 (Chevron 213)
Los volúmenes de refinación promediaron 214 Mbpd de crudo y productos intermedios, con un rendimiento de gasolina de 78 Mbpd y 71 Mbpd de diésel. El mercado interno sería otra víctima de la cancelación de las licencias, ya que dificultaría el trueque que hoy completa el suministro.
La situación del mercado interno de bombonas de GLP continúa muy deficitaria. El rendimiento de los líquidos fraccionados corresponde a un tercio de los volúmenes previos al accidente en Muscar.
La exportación de crudo a EE. UU. promediará para el mes de enero, alrededor de 260 Mbpd comercializados por Chevron, a China cerca de 210 Mbpd, a India 90 Mbpd, a España 60 Mbpd y 20 Mbpd a Cuba, para un total de 640 Mbpd de crudo exportado, además de unos 60 MBPD de combustible residual y asfalto.
La operación de las plantas petroquímicas de Jose continúa limitada por la disponibilidad de gas natural; las plantas de metanol funcionando a un 70 % de capacidad y la planta de fertilizantes operando con un solo tren de manufactura.
M. Juan Szabo, Analista Internacional de Energía
Luis Pacheco, Académico no-residente del Baker Institute