“Laura Sarabia: la nueva canciller de Colombia y guardiana de los secretos del presidente Gustavo Petro”
Su falta de experiencia en relaciones internacionales y su historial de escándalos generan dudas sobre su capacidad, para manejar la diplomacia.
El presidente Gustavo Petro ha nombrado a Laura Sarabia como la nueva ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, un cargo que asume a partir del 1 de febrero de 2025. Su designación ha generado diversas reacciones tanto en el ámbito nacional como internacional, dadas las controversias que han rodeado su corta carrera política y su estrecha relación con el mandatario colombiano.
Su trayectoria meteórica y polémica ha dado mucho de qué hablar. Sarabia Torres, nacida en Bogotá el 20 de marzo de 1994, proviene de una familia con tradición militar. Estudió Ciencias Políticas en la Universidad Militar Nueva Granada y luego se especializó en Marketing Político en la Universidad Externado de Colombia, donde también obtuvo una maestría en Comunicación Política en 2020. Su ascenso en el mundo político fue rápido: comenzó como asesora del partido de la Unidad Nacional y luego formó parte de la Unidad de Trabajo Legislativo del senador Armando Benedetti. En 2022, Sarabia se convirtió en asesora de comunicaciones del entonces embajador Benedetti, quien fue clave para su entrada al círculo cercano de Petro.
Pronto, Sarabia se consolidó como una figura clave en el gobierno de Petro, al punto de ser nombrada jefa de gabinete. Sin embargo, en mayo de 2023, su nombre estuvo en el centro de un escándalo que involucró acusaciones de abuso de autoridad, interceptaciones ilegales y el uso indebido de los servicios de seguridad del Estado.
El escándalo del polígrafo y sus consecuencias
El llamado «Caso Laura Sarabia» comenzó cuando la revista Semana publicó un artículo en el que Marelbys Meza, exniñera del hijo de Sarabia, denunció haber sido sometida a una prueba de polígrafo dentro de la Casa de Nariño, tras la pérdida de un maletín con siete mil dólares. Aunque Sarabia alegó que el dinero correspondía a viáticos para viajes oficiales, el uso de los servicios de seguridad del Estado para realizar la prueba fue severamente criticado.
El caso escaló aún más, cuando se descubrió que los teléfonos de Meza y de otras personas habían sido interceptados ilegalmente. El escándalo también estuvo marcado por la muerte, en circunstancias extrañas, del coronel Óscar Dávila, un funcionario vinculado a la investigación. Aunque la autopsia concluyó que Dávila se había suicidado, su fallecimiento dejó preguntas sin responder.
En medio de la controversia, Petro solicitó la renuncia tanto de Sarabia como de Benedetti en junio de 2023. Sin embargo, la confianza del mandatario en Sarabia no se debilitó: poco después, la nombró directora del Departamento de Prosperidad Social y, en 2024, directora del Departamento Administrativo de la Presidencia.
Su visión sobre Venezuela
Fuentes cercanas a la Casa de Nariño, han comentado que Sarabia se mostró reticente a que el gobierno de Petro reconociera a Nicolás Maduro mientras no se ofrecieran pruebas claras que sustentaran su supuesta victoria. No obstante, también abogó por mantener relaciones diplomáticas con Caracas, priorizando el diálogo como herramienta para evitar mayores tensiones.
Un nombramiento que genera preocupación
La decisión de Petro de designar a Sarabia como canciller ha suscitado inquietud en el cuerpo diplomático. Su falta de experiencia en relaciones internacionales y su historial de escándalos generan dudas sobre su capacidad, para manejar los complejos retos de la diplomacia colombiana. A pesar de esto, Sarabia es reconocida por su lealtad inquebrantable hacia Petro y su habilidad para manejar las crisis políticas, cosas que han sido una constante durante la gestión de petrista.
Un reto monumental
Como nueva canciller, Laura Sarabia enfrenta el desafío de representar a Colombia en un contexto internacional cada vez más polarizado. Su habilidad para equilibrar los intereses nacionales y las demandas internacionales será clave para determinar si su nombramiento será recordado como una decisión acertada o como un paso en falso en la política exterior de Petro que, a estas alturas, ya está sumamente fracturada.
Sobre la vida personal del presidente colombiano la prensa ha dicho mucho Se ha llegado a especular sobre supuestos problemas con el alcohol, debido a que ha tenido presentaciones públicas donde su comportamiento no ha sido el más protocolar. También, la reconocida periodista María Jimena Duzan, que lo apoyó activamente en la campaña, sugirió en la revista Cambio que tenía un problema de adicción a las drogas; comentario que Petro respondió diciendo que solo era adicto al café… Y así, muchos rumores más. Sin embargo, todo parece indicar que quién sabe exactamente lo que pasa en la cotidianidad del mandatario, es su nueva canciller.