Juan Pablo Guanipa: «Esta lucha es hasta el final»

El 9 de enero marca una fecha clave para Venezuela: María Corina Machado ha convocado concentraciones en las calles de todo el país, un acto de desafío cívico frente a un régimen que se aferra al poder. Al día siguiente, 10 de enero, debería asumir la presidencia de la República Edmundo González Urrutia, quien fue electo el pasado 28 de julio con una contundente ventaja de casi 40 puntos. Sin embargo, el panorama está lejos de ser sencillo.

El régimen de Nicolás Maduro, denunciado por la CIDH como ejecutor de un terrorismo de Estado, ha intensificado su estrategia de represión para inmovilizar a la sociedad, bloquear al liderazgo democrático y perpetuar su dominio por la fuerza.

¿Qué podemos esperar en este contexto tan complejo? ¿Cuál será el camino que tomen quienes encabezan este movimiento? Para abordar estas interrogantes y profundizar en el presente y futuro de la lucha democrática en Venezuela, conversamos con Juan Pablo Guanipa, un líder en la primera línea política y una de las voces más firmes contra la dictadura.

–¿Hacia dónde se dirige Venezuela en las próximas horas?

-Lo que nosotros aspiramos, lo que buscamos, es que se respete la soberanía del pueblo venezolano, que se manifestó claramente el día 28 de julio. Respetar esa soberanía significa que quien se juramente como presidente electo de Venezuela, según el artículo 231 de la Constitución, sea Edmundo González Urrutia. El deber ser quien asuma la presidencia. Una juramentación de Nicolás Maduro sería un acto de vergüenza nacional, y eso es lo que él representa: una vergüenza para Venezuela y para el mundo democrático. Maduro, sin haber recibido ningún mandato del pueblo, actúa con total falta de respeto hacia la soberanía popular. Por eso nuestra decisión es salir a la calle, exigir el cumplimiento del resultado electoral del 28 de julio y el respeto a la voluntad del pueblo venezolano.

–¿Cree que Maduro le teme más a las amenazas externas o a un levantamiento popular interno?

– Creo que el temor principal de Maduro en este momento está relacionado con la realidad interna de Venezuela. Existe un profundo rechazo del pueblo hacia él, y aunque intenta someterlo a través de la represión y el miedo, estoy convencido de que los venezolanos están indignados y dispuestos a salir a las calles para defender sus derechos, a pesar de los riesgos. Este pueblo ha demostrado, durante 25 años, que no se deja doblegar ni por Chávez ni por Maduro. Conserva su vocación y cultura política, lo que evidencia que está preparado para luchar por lo que le corresponde.

–¿Considera que Maduro teme un posible quiebre militar?

-Es evidente que un levantamiento popular, que es lo que esperamos en Venezuela, podría generar un cambio político en el país. Hay mucha presión interna, y también debemos observar lo que sucede dentro de las fuerzas policiales y militares. No puedo especular, pero puedo mencionar un hecho concreto: durante las elecciones del 28 de julio, Maduro obligó a todos los integrantes de la Fuerza Armada Nacional y de las distintas policías a cambiarse de centro de votación. Los concentraron en centros que supuestamente iban a controlar, pero incluso en esos lugares ganó Edmundo González Urrutia. Esto demuestra que la Fuerza Armada, como parte de la nación, también quiere un cambio y está cansada del régimen.

–¿Qué diferencia encuentra en esta convocatoria con respecto a anteriores llamados a salir a la calle?

-He visto a la gente en la calle durante cada convocatoria. Tal vez no en los números que quisiéramos, pero hay que tener en cuenta la represión de los últimos meses, con 28 personas asesinadas el 28 y 29 de julio, además de miles de presos políticos. Creo que el pueblo venezolano sabe que la constancia, la disciplina y la dedicación son esenciales. Esta lucha es hasta el final: el día en que Maduro salga de la presidencia que usurpa y podamos iniciar el proceso de transformación que Venezuela necesita.

–¿Cómo interpreta la limitada participación de algunos dirigentes del G4 en las movilizaciones?

-Cada dirigente tiene su propia responsabilidad y decisión. Desde Primero Justicia, por ejemplo, estamos totalmente comprometidos con el cambio político. Sin embargo, participar en este proceso implica riesgos para la vida y la libertad, por lo que cada persona debe evaluar y decidir según su realidad. Lo importante es que existe una unidad democrática comprometida con el cambio, y seguiremos trabajando en esa dirección.

–¿Cómo valora la censura y la autocensura en los medios tradicionales?

-Es evidente que hay censura previa por parte del régimen y autocensura de los dueños de los medios. Sin embargo, la dinámica de comunicación ha cambiado en el mundo entero, y las redes sociales han cumplido un rol fundamental en nuestra lucha. No podemos depender de los medios tradicionales debido al control y la represión que enfrentan, pero las redes sociales nos ofrecen una plataforma libre para comunicarnos masivamente.

–¿Qué opinión tiene sobre las declaraciones del presidente Gustavo Petro respecto a la toma de posesión de Maduro?

-Me parece una postura tibia. Intenta mostrarse como mediador en un conflicto polarizado, pero no lo es. Prefiero la actitud del presidente de Chile, que, siendo de izquierda, ha sido más consecuente con el respeto a la soberanía popular. Petro sabe que Maduro perdió las elecciones y que no tiene cómo justificar un triunfo inexistente. Debería actuar en consecuencia, no con tibieza.

–¿Cómo evalúa la reciente gira del presidente electo Edmundo González Urrutia?

-Ha sido extraordinaria. Esta gira refuerza la lucha de los venezolanos, tanto dentro como fuera del país. Los encuentros de Edmundo González con la diáspora y líderes internacionales han llenado de energía nuestra causa.

–¿Cree viable la juramentación de González Urrutia?

-Es una intención legítima y lógica. Sin embargo, sabemos que no será sencillo. Esto requiere mucho realismo político y una evaluación cuidadosa de las circunstancias en los próximos días.

–¿Cómo afrontan sus hijos esta situación?

-Mantengo comunicación constante con ellos. Han madurado rápidamente y entienden los riesgos. Saben que Venezuela lo vale.

–¿Tiene miedo?

-Claro, indudablemente.

–Si Maduro se juramenta a la fuerza, ¿qué harán?

-Mientras más personas salgamos a protestar, será más difícil la represión. Nuestra consigna es continuar hasta el final, y ese final será el día en que Nicolás Maduro salga de la presidencia que usurpa.