La Reserva Federal asoma reducción en las tasas de interés
La semana se caracterizó por un fuerte pesimismo al inicio, que llevó a los precios por debajo de 76 dólares por barril en términos de crudo Brent, el monto más bajo este año
Las señales que emanan del ámbito económico y las noticias de los escenarios geopolíticos, contradictorias como a veces parecen ser, movieron al mercado hacia un sentimiento bajista, o al menos, a ser vistos con ese filtro. Los temores de una recesión volvieron (caída de la demanda petrolera) a aflorar tras señales negativas de los mercados laborales, a lo que se le sumó la convicción de que la OPEP+ procedería con su anuncio de aumentar gradualmente los suministros de petróleo, hasta recuperar las reducciones de 2,2 millones de barriles por día que hizo. A todas luces, esa combinación, acompañada del crecimiento del suministro desde algunos otros países productores, generaría una teórica sobreoferta de crudo.
El sentimiento a la baja con el que comenzó la semana fue el resultado de varios factores asociados a la demanda: 1) la continua decepción con los resultados económicos de China, incluyendo la rápida adopción de vehículos eléctricos e híbridos; 2) la sorprendente revisión a la baja del número de empleos agregados en el período de abril de 2023 a marzo de 2024 (818,000), publicada por el Departamento de Trabajo de EE. UU.; 3) la interpretación de que los conflictos bélicos regionales en marcha no representan un riesgo tal que pudieran afectar la disponibilidad de crudo y productos, y 4) una supuesta apertura paulatina, a partir de septiembre, de la producción que la OPEP+ mantenía cerrada “voluntariamente”. La suma de esos factores, sin duda, conducirían a precios más bajos, y el mercado actuó bajo esa previsión; ya para el martes los precios habían colapsado más de dos dólares por barril, con la mera “presunción”.
Sin embargo, creemos que hay un espacio razonable para diferir de la lectura que el mercado parece estar dándole a la mayoría de estos eventos.
En efecto, nuestra interpretación de la corrección del reporte de nuevos empleos anunciada en EE. UU., es que así como puede ser leído como un indicador de la de deceleración de la economía de EE.UU., es también una señal para que la Reserva Federal (FED) comience a reducir las tasas, lo que reforzaría la demanda. Ya el viernes en la mañana, desde la reunión anual en Jackson Hole, el presidente de la FED, Jerome Powell, confirmó esta tendencia. Utilizando sus palabras: “El momento ha llegado para recortar tasas de interés”. El mercado cree que llegará tan temprano como septiembre.
Creemos que la preocupación por el retorno al mercado, a partir de septiembre, de barriles nominalmente cerrados de la OPEP+, es injustificada, ya que la mayor parte de esa capacidad de producción ya fue usada para compensar la declinación natural, o nunca existieron en las cantidades que se anunciaron.
Por otro lado, nos llama la atención la continua subestimación de los riesgos geopolíticos relacionados con la cada vez más compleja confrontación ruso/ucraniana y la impredecible guerra en el Medio Oriente, con la elusiva promesa de un cese del fuego que nunca llega, ya que las partes directamente involucradas no la propician.
Analicemos los elementos de nuestra interpretación de los eventos recientes.
Fundamentos
La activa participación de los bancos centrales en ambos lados del Atlántico, vía una reducción en las tasas, promete incentivar la actividad económica y consecuentemente la demanda tenderá a crecer (1,4 MMbpd para el 2024) más de lo pronosticado después de ajustarla por el letargo de la economía china.
Mientras tanto, el suministro, cuyo crecimiento habíamos estimado en un neto de 1,1 MMbpd para este año, no tomaba en cuenta interrupciones de producción como las que han aquejado a Canadá con los incendios forestales; y esta semana con la huelga del sistema ferroviario, que a pesar de la intervención del estado, tendrá secuelas en la producción de petróleo y bitumen.
Se proyectan otras reducciones en capacidad de producción como consecuencia de retrasos en algunos proyectos, así como la declinación por falta de inversión en otros países como México, Colombia, Ecuador; la producción en EE. UU. se mantiene relativamente estática, alrededor de 13 MMbpd, cuando los cálculos incluían un crecimiento para el año de 0,4 MMbpd. En el lado positivo, Argentina ha incrementado su producción en casi 0,2 MMbpd, lo cual no estaba incluido en los estimados.
De manera que nuestros estimados de demanda y suministro, basados en los 8 meses ya transcurridos y cuatro pronosticados, indican una demanda ajustada de 1,5 MMbpd vs. un incremento revisado en el suministro de apenas 800 mil a un millón de barriles diarios si la amenaza de ir eliminando los cierres de la OPEP+ se cristaliza.
Un buen indicador del estado subsuplido del mercado petrolero, lo representa la medición de inventarios de crudo comercial en EE. UU. Nos referimos a la tendencia mostrada durante los últimos meses, durante las cuales los inventarios de crudo cayeron en más de 30 MMbbl, y se mantienen cerca del mínimo del rango de 5 años.
Geopolítica
La invasión de Rusia a Ucrania ya va para dos años y medio, y se ha transformado en una guerra de dos países. Mientras que la invasión de Hamás a Israel llegará a su primer aniversario en octubre, y también se ha convertido en una guerra no declarada entre Israel e Irán, incluyendo a todos sus brazos terroristas que operan en el área. Israel ha contado con el apoyo de sus tradicionales socios occidentales, pero más que nada para evitar que la extensión de la guerra afecte al suministro de petróleo global.
Por el relativo poco efecto que estos conflictos han tenido sobre el suministro de petróleo, el mercado petrolero ha optado por asignarles un bajo riesgo de escalamiento y, por lo tanto, la prima de riesgo geopolítico que actualmente exhiben los precios petroleros es cercana a cero.
A todo evento, la invasión rusa a Ucrania es ahora una guerra que se pelea en tres frentes. En el oriente ucraniano, en la región de Dombás, en la región de Crimea, ocupada por los rusos desde 2014, y finalmente en la Rusia misma, con Ucrania atacando la infraestructura militar y petrolera y un ataque sorpresivo por tierra en la región de Kursk.
El ataque a la infraestructura petrolera y de transporte ha sido lo que más ha afectado a la capacidad de producción y refinación rusa. Pero es la sorpresiva invasión de la región de Kursk, la que parece tener más desubicados a Putin y sus fuerzas militares. Una operación ideada para que los rusos tuvieran que desviar las fuerzas que estaban teniendo cierto éxito en el oriente de Ucrania, ha devenido en una suerte de mini batalla de Stalingrado – esta es la primera vez desde la Segunda Guerra Mundial que el territorio ruso es atacado por fuerzas extranjeras. Pero esta vez, y por ahora, los sorprendidos y acorralados han sido los rusos y no la “Wehrmacht” (fuerzas armadas de Hitler).
El efecto sorpresa ha permitido al ejército ucraniano avanzar más de 25 kilómetros en territorio ruso y controlar un área de más de 1200 kilómetros cuadrados, con unas 90 poblaciones y el centro de control del sistema de gasoductos que suple Europa oriental. En su avance, las fuerzas ucranianas han empujado al ejército ruso contra el río Seim, cuyos puentes habían sido previamente bombardeados. Se estima que unos 2000 a 3000 soldados rusos tendrán que escapar, dejando su equipamiento atrás o entregarse a las fuerzas ucranianas. Por coincidencia, cerca de donde ocurrió la guerra de Stalingrado (ahora Volgogrado), arde un depósito de combustible desde hace días, un evento similar está ocurriendo en el depósito de diésel de Proletarsk en la región de Rostov. La estrategia subyacente parece ser usar estos territorios en una negociación que pare el conflicto.
Por el lado del conflicto en el Medio Oriente, se ha entrado en una fase de estancamiento. Israel continúa su campaña de eliminar bases terroristas en la franja de Gaza. Hezbollah persiste en disparar misiles a blancos en los altos del Golán. El domingo hubo un fuerte intercambio de fuego entre Hezbollah e Israel en el cual Hezbollah lanzó más de 300 misiles Katiusha y un número indeterminado de drones hacia Israel, mientras las reuniones en la búsqueda de un cese al fuego continúan en El Cairo.
Al sur, hutíes de Yemen perturban incesantemente el tráfico marítimo en el mar Rojo y en las aguas cercanas del golfo de Adén. Esta semana, el tanquero MV Sounion, transportando más de un millón cien mil barriles de crudo iraquí, fue atacado con múltiples proyectiles frente a la ciudad portuaria de Hodeidah, en Yemen. El Sounion es el tercer barco de la compañía Delta Tankers, con base en Atenas, atacado en el mar Rojo este mes.
La amenaza de la venganza iraní por el asesinato de un líder de Hamás en su territorio sigue latente. El equilibrio inestable de la situación podría verse alterado por cualquier evento detonante y sus consecuencias harían eco en todo el golfo Pérsico, mientras que EE.UU. se encuentra preocupada más en sus asuntos internos relacionados con las elecciones presidenciales.
Comportamiento de los precios
En resumen, la semana se caracterizó por un fuerte pesimismo al inicio, que llevó a los precios por debajo de 76 dólares por barril en términos de crudo Brent, el monto más bajo del año.
Ya el miércoles en la tarde, el mercado comenzó a cambiar de ánimo, reaccionando a las caídas de inventarios de crudo y productos en EE.UU. y a las noticias provenientes de los bancos centrales, incluyendo la FED, dando señales de que la política de altas tasas de interés comenzaría a relajarse. De manera que el mercado petrolero salió de su letargo, y entre jueves y viernes repuntó hasta casi eliminar las fuertes pérdidas de la semana.
Así las cosas, al cierre de los mercados, el viernes 23 de agosto, los crudos marcadores Brent y WTI se cotizaban en 79,02 y 74, 83 dólares por barril respectivamente, con una pérdida semanal de apenas un 0,8 % para el Crudo Brent y un 2 % para el WTI. El repunte continuó al abrir los mercados el lunes, con el crudo Brent llegando a las 80 dólares por barril.
Venezuela, la corte de los milagros
Tal como se esperaba, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) declaró con lugar el recurso presentado por Nicolás Maduro y convalidó el fraude perpetrado por el CNE, confirmando que Venezuela es un país sin una efectiva separación de poderes públicos.
La magistrada Caryslia Rodríguez, presidente de la Sala Electoral, leyó este agosto 23 el fallo a favor de Maduro en una audiencia pública a la cual se invitó al cuerpo diplomático. En su lectura de la supuesta sentencia, Rodríguez indicó que: la “Sala certifica de forma inobjetable el material electoral peritado” y “convalida los resultados de la elección presidencial del 28 de julio de 2024 emitidos por el CNE”. Según la propia “magistrada”, la decisión no es apelable, aunque según el exrector del CNE y excandidato presidencial, Enrique Márquez, la sentencia es revisable por la sala constitucional del TSJ. Por supuesto, no se mencionó que la magistrada había sido recusada antes de emitirse el fallo, una querella que debió haber sido resuelta antes de dictar sentencia, aunque sea para guardar las formas.
Los constitucionalistas venezolanos consideran la sentencia como nula alegando varias razones: la usurpación de funciones del CNE (la corte no tiene atribuciones para abocarse a un recurso que ni siquiera se conoce); la falta total de evidencias que soporten la conclusión y no olvidemos la recusación a la magistrada.
El objetivo más importante que buscaba el régimen con las elecciones de julio, de convertirse en un gobierno reconocido por su legitimidad de origen, no se logró, por el contrario, la írrita decisión de la corte ha evidenciado aún más fraude y el régimen seguirá sin la legitimidad que pretendía lograr. Más preocupante para la institucionalidad de la república, es que el régimen se las ha arreglado para hacer cómplices de este fraude a todos y cada uno de los poderes públicos – un daño difícil de reparar a corto plazo.
Por otro lado, la persecución y enjuiciamiento de líderes de la oposición, de manifestantes y sospechosos de haber votado por la oposición, ha resultado en más de 2000 detenidos políticos y una veintena de muertos; también se habla de una cifra aún no determinada de despidos en PDVSA y otras instituciones del estado por sospecha de haber votado por Edmundo González Urrutia o de tener material político en sus redes sociales. La Fiscalía General de la República, controlada por el chavismo, citó a Edmundo González a comparecer ante el Ministerio Público en Caracas este lunes 26 de agosto para responder por la publicación de las actas electorales con las que la oposición respalda su victoria en las elecciones del 28 de julio – una estrategia que busca alterar aún más la situación. El diplomático de 74 años deberá responder en el marco de una investigación penal a los presuntos delitos de “usurpación de funciones, forjamiento de documento público, instigación a la desobediencia de las leyes, delitos informáticos, asociación para delinquir y conspiración”. González no asistió a este llamado, y la Fiscalía le envió una nueva citación para este martes 27 de agosto, a las 10 de la mañana.
El Ministerio Público quiere criminalizar la publicación en la web las actas electorales que la oposición logró recopilar la noche electoral, que equivaldrían a más del 80 % del escrutinio, y que demuestran la victoria del candidato opositor. El CNE sigue sin publicar el respaldo al fraudulento anuncio del 28 de julio.
En todo caso, el régimen se enfrenta a una situación nada envidiable: exigencias de gobiernos, aliados y adversarios, de mostrar las actas oficiales; reclamos para reconocer los resultados expresados en las urnas por el soberano e iniciar una transición pacífica antes del 10 de enero; amenaza de sanciones personales y económicas a ser impuestas a funcionarios y entes relacionados con el fraude. Extraoficialmente, se conoció que EE. UU. maneja una lista de 60 personas relacionadas con el fraude, su convalidación y la represión, para ser sancionadas.
El resultado, de mantenerse la situación, es que el país estará más aislado que antes. Los inversionistas no estarán dispuestos a exponerse al riesgo político de operar bajo un régimen que ha probado no respetar la voluntad del pueblo y que no tiene limitaciones para violar los derechos humanos.
Los mercados financieros continuarán cerrados y los activos del país en el exterior podrán ser el blanco de embargo judicial por parte de los acreedores. Las propiedades el exterior y cuentas en paraísos fiscales de miembros del régimen y sus testaferros correrán el riesgo de ser congeladas, tal como se hizo en el caso de Rusia a raíz de la invasión de Ucrania.
La economía, por supuesto, tenderá a desequilibrarse. Ya a apenas tres semanas de las elecciones se ha abierto una brecha de casi un 20 % entre el dólar oficial y el mercado paralelo por una fuerte escasez de divisas, lo que marcará el desenvolvimiento económico mientras dure la usurpación.
Adicionalmente, y más importante para la economía del país, el futuro de las licencias de la OFAC no está nada claro, y su suspensión o modificación sustantiva podría representar una caída de los ingresos en los próximos 18 meses en cerca de 6 mil millones de dólares.
Operaciones petroleras
Quizás la noticia operativa más llamativa de la semana es la aparición de disponibilidad de gas en el occidente del país, evidenciado por entregas de gas a la petroquímica en la costa oriental del lago de Maracaibo. Repsol, La petrolera española, está manejando la logística del gas en la región y contrario a la creencia generalizada, el gas natural disponible no proviene en su totalidad de la producción de la licencia ENI/Repsol en Paraguaná, sino en buena medida de la producción de la EM PetroQuiriquire, que está generando unos 60 millones de pies cúbicos diarios de gas asociado.
La producción de crudo durante la semana fue de 826 Mbpd, distribuidos geográficamente como se desglosa a continuación:
• Occidente 190 (Chevron 86)
• Oriente 140
• Faja del Orinoco 496 (Chevron 103)
• TOTAL 826 (Chevron 189)
Las refinerías nacionales procesaron 215 Mbpd de crudo y productos intermedios, ya que varias plantas de procesamiento en Puerto la Cruz están en mantenimiento. La producción de gasolina se redujo a 70 Mbpd, mientras la de diésel fue de 74 Mbpd, presionando al mercado interno de combustibles.
En la refinería de El Palito se detectó una fuga de hidrocarburos que terminó contaminando 28 kilómetros de playas en el estado Falcón.
Tan como mencionamos la semana pasada, la exportación está rezagada con respecto a la programación. Para el 23 de agosto se estima que el mes concluirá con una exportación de alrededor de 540 Mbpd de crudo.
M. Juan Szabo, Analista Internacional de Energía
Luis Pacheco, Académico no-residente del Baker Institute