Nuestra histórica victoria en números

Mostremos estos números a cada persona en el mundo, que se sepa en cada rincón del planeta que el chavismo solo existe en las balas y en el dinero robado durante 25 años. Pero ya no más.

Con el 83,50% de las actas escrutadas, los datos preliminares del histórico 28 de julio revelan un panorama político en Venezuela que merece un pequeño análisis con sus respectivos comentarios. Estos datos obtenidos en las páginas web https://resultadosconvzla.com/ (la oficial del Comando ConVzla), https://macedoniadelnorte.com/ y la cuenta de X de Giuseppe Gangi que ha mostrado números interesantes y sumamente descriptivos.

Edmundo González Urrutia, el presidente más votado de la historia de Venezuela

La tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) sigue siendo la más votada de la historia de Venezuela. Si faltando 16.50% de las actas tiene un total de 6.588.255 votos, todo indicaría que, siguiendo la tendencia (no hay motivos para pensar lo contrario), incluso superaría la votación de 2015 por, más o menos, 200.000 votos.

En total, sumando los votos de las tarjetas de Movimiento Por Venezuela (MPV) (385.219) y Un Nuevo Tiempo (UNT) (330.008), la oposición tiene seguro 7.303.482 votos. Siguiendo la tendencia, estaríamos hablamos de, más o menos, 8.700.000 votos. Un millón más de lo que obtuvo la oposición en 2015. Más de medio millón por encima de la máxima votación de Hugo Chávez (2012). Esto, tomando en cuenta que al menos a cinco millones de venezolanos mayores de edad en el extranjero le violaron su derecho al sufragio y aproximadamente dos millones de jóvenes no pudieron inscribirse en el Consejo Nacional Electoral (CNE).

De nuevo, si seguimos la tendencia, si las elecciones hubiesen sido libres, democráticas, transparentes y correctas, lo cual significaba que nadie iba a quedarse fuera del padrón electoral, Edmundo González Urrutia hubiese alcanzado los trece millones de votos.

El desmoronamiento del chavismo

La tarjeta del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que viene en franco descenso desde hace una década, tocó su mínimo histórico. Si con el 83.50% de las actas tiene 2.514.240, siguiendo la tendencia apenas superaría los tres millones de votos con el total de las actas. El resto de los partidos que apoyaron al tirano-candidato, a duras penas le aportan medio millón de votos más. Con todo el aparato represivo y de control social, con la hegemonía comunicacional absoluta y con los fusiles vigilando el proceso, el chavismo-madurismo apenas pudo convencer (y a muchos obligar) a votar por ellos a menos del 15% de los inscritos en el CNE.

Si el PSUV está muriendo electoralmente, el Partido Futuro Venezuela (PFV) que lidera Héctor Rodríguez y con el que pretenden (o pretendían) renovar la cara del régimen, murió al nacer. Apenas obtuvo 185.230 y, siguiendo la tendencia, no pasaría los 230.000 votos. Es decir, menos de lo que sacó María Corina Machado en el año 2010 para ser diputada por los municipios Baruta, Chacao, El Hatillo y la parroquia Leoncio Martínez del municipio Sucre.

El Fracaso de los partidos satélites del régimen

Los partidos satélites del régimen no pudieron restarle votos a la oposición democrática y real. Es decir, fracasaron en lo único que debían hacer. Seguramente lo que costó su campaña (lo que nos costó, digamos), fue mucho más de lo que terminaron obteniendo en las urnas.

Así, por ejemplo, Luis Eduardo Martínez ni con las tarjetas robadas de Acción Democrática (AD) y COPEI pudo superar los 90 mil votos. Benjamín Rausseo apenas rozó los 40 mil votos. José Brito, Javier Bertucci, Claudio Fermín y Daniel Ceballos (los pongo juntos para que no quede tan bajo el número) no sumaron ni 80 mil votos. Y Antonio Ecarri… ay, Ecarri… apenas pudo obtener poco más de 50 mil votos. Es decir, tuvo menos votos que la cantidad de venezolanos que cruzaron la selva del Darién en apenas dos meses. Sus buenos amigos de Fuerza Vecinal, eso sí, le colaboraron con un enorme número de 6.329 votos. Sí, lo sé, parece más el monto de la factura de FOSPUCA que de una elección presidencial.

Un régimen sin gente. Una sociedad que clama libertad

Si todavía alguien se pregunta la razón por la cual Elvis Amoroso no muestras las actas, en estos números tiene la respuesta. Nicolás Maduro enterró políticamente al chavismo. Por eso solo puede mantener el poder a través de las armas y el terror.

Mostremos estos números a cada venezolano que hoy sienta desesperanza. Somos más, somos muchos, somos todo el país. Y la decisión de ser libres no va a cambiar. Y mostremos estos números a cada persona en el mundo, que se sepa en cada rincón del planeta que el chavismo solo existe en las balas y en el dinero robado durante 25 años. Pero ya no más.

La opinión emitida en este espacio refleja únicamente la de su autor y no compromete la línea editorial de La Gran Aldea.