Carmen Clemente Travieso, pionera del reporterismo en Venezuela
Fue la primera mujer en dedicarse a la labor periodística en Venezuela
Con una libretica y un lápiz como arma, Carmen Clemente Travieso recorría las calles del centro de Caracas y sus barrios en procura de la noticia que no se leía en los diarios de la capital, cuyas notas, crónicas y entrevistas aparecieron a partir de 1944, en periódicos y semanarios como Últimas Noticias, El Nacional, El Universal, El Heraldo, Ahora, Aquí Está, Hoy; y en las revistas Élite, Páginas y Estampas. Aquellos garabatos taquigráficos, cautivaron por décadas a sus lectores por su densidad, seriedad y amenidad.
Fue la primera mujer en graduarse como reportera, egresando de la Universidad Central de Venezuela en 1964; a la sazón, fue una de las primeras mujeres empleadas como periodista a tiempo completo en Venezuela, en virtud de aquella labor ejercida con ardorosa pasión, las crónicas registran que fue la pionera del reporterismo de calle en el país. Entre los fundadores de la Asociación Venezolana de Periodistas (AVP), está escrito el nombre de Carmen Clemente Travieso.
Llegó con el nuevo siglo
En la aurora del nuevo siglo, en Caracas, el 24 de julio de 1900, nacerá Carmen Clemente Travieso, cuando gobernaba el país el general Cipriano Castro (1899-1908), periodo donde no existían las libertades públicas.
Tempranamente, la niña Carmen descubrirá su pasión por la lectura y, ya a los cinco años se devoraba los libros que estaban a su alcance. Tenía una habilidad asombrosa para construir historias de los cuentos narrados por su abuela materna Trinidad Domínguez de Travieso. Su niñez transcurrirá en las vecindades de la Plaza del Panteón.
En 1924, la encontramos en Nueva York, Estados Unidos, en donde se instalará por tres años con su hermana Cecilia y su tía Trina. Rápidamente traspasó la barrera del idioma, ayudándola a unirse a grupos de ayuda a enfermos de lepra y mujeres desvalidas, labor que hacía en paralelo a sus estudios de mecanografía y a su trabajo formal como bordadora del taller Bucilla Company.
El anhelo de regresar a Venezuela se materializó en 1927, e inmediatamente se unió a un grupo de mujeres para organizar la resistencia a la férrea dictadura del Benemérito general Juan Vicente Gómez.
En aquella lucha por la libertad, Clemente Travieso desafió a aquel régimen brutal repartiendo en las calles de Caracas las hojas sueltas de El Imparcial, una publicación humorística escrita por Andrés Eloy Blanco, su amigo, a quien conoció cuando ella tenía 17 años; y después con sus cortos artículos a través de La Boina, que era una creación de los jóvenes que participaron en la Semana del Estudiante.
A Las Madrinas de Guerra, se incorporó en 1929, un grupo integrado de mujeres cuyo peligroso encargo era visitar a los presos políticos para llevarles alimentos, medicinas y servir de mensajeras (correo) entre La Rotunda y otras cárceles del país.
La conquista femenina
Militará en el recién creado Movimiento de Organización Venezolana (ORVE), pero su cercanía y trabajo clandestino con los fundadores del Partido Comunista de Venezuela, (PCV), influirán en su espíritu, y en 1930, se convertirá en una miembro activo de esa tolda partidista.
Desaparecido el dictador tras su fallecimiento, nuestra biografiada consagrará todo su accionar a la compleja y espinosa tarea de conquistar, para las mujeres venezolanas, la igualdad efectiva ante las leyes y el cese de cualquier forma de discriminación.
Y con su Agrupación Cultural Femenina (ACF), fundada en 1935, iniciará la temeraria cruzada para que las mujeres pudieran ejercer el sufragio en similares condiciones a las de los hombres, triunfo que se alcanzó en 1947.
Su lucha contra la opresión femenina quedó principalmente plasmada en el Diario Ahora, donde durante 10 años dirigió la página Cultura de la Mujer.
En sus discursos como activista alentaba a las féminas con voz vigorosa:
“Unidas todas por un solo ideal, en bloque, para fortalecernos, comencemos por el principio: ¡Afirmemos nuestra personalidad ante el hombre! Con una absoluta conciencia de nuestros deberes, conquistemos nosotras mismas nuestros derechos” (1936).
Una de sus frases predilectas al iniciar o concluir una intervención era: “Vamos a trabajar para borrar de la mente del hombre el fantasma de la mujer débil de cerebro estrecho y de ideas limitadas”.
Asimismo, Clemente Travieso expone en unos de sus escritos publicados en 1939:
“Si la mujer continúa ignorada, relegada a un rincón del hogar venezolano, sin voz ni voto, viviendo y muriendo cada día (…) en un país en el que todo está por hacer, continuará Venezuela en su mismo estado de atraso cultural, de estancamiento civilizador o impersonalidad.”
Consideraba que el hombre también era víctima de la moral “atrasada y deformada” que sufría la Venezuela de su época, por ello, no dudará emprender nuevamente el camino de la lucha contra la opresión cuando Marcos Pérez Jiménez se apoderó de la Presidencia (1952-1958), colaborando decididamente con quienes se opusieron a aquel gobierno autoritario.
Fue una literaria consumada
Sus contribuciones literarias la fichan como dueña de una pluma «ágil y vivaz». En sus agudos ensayos, cuentos y biografías, imprimía la versatilidad de una investigadora consumada, algunos de estos libros fueron premiados.
Su preocupación por enaltecer a la mujer y por conservar el patrimonio histórico venezolano, la llevó a publicar libros como Mujeres venezolanas y otros reportajes (1951); Teresa Carreño (1953); Las Esquinas de Caracas (1956); Mujeres de la Independencia (1965); Anécdotas y leyendas de la Vieja Caracas (1971); y La Mujer en el Pasado y en el Presente (1976).
En la parroquia San José de Caracas, en donde había fijado su residencia, donó su biblioteca particular para fundar la Biblioteca Cultural Gual y España. Carmen Clemente Travieso falleció en su natal Caracas, el 24 de enero de 1983.
Inciso
Carmen Clemente Travieso fue la menor de la unión conyugal de Lino Clemente y Mercedes Eugenia Travieso. Pero un dato interesantísimo, es que era bisnieta de Lino de Clemente y Palacios, héroe de la independencia y también hermano de Pablo de Clemente y Palacios, casado con María Antonia Bolívar Palacios y Blanco, hermana del Libertador Simón Bolívar. Así que esta mujer maravillosa estaba emparentada con los Bolívar. Recordemos que los Clemente eran primos de los Bolívar por el lado materno del Libertador.
Fuentes:
Omar Pérez. Carmen Clemente Travieso. Caracas: El Nacional, 2006
Carolina Gutiérrez-Rivas. El discurso de Carmen Clemente Travieso a la luz de las nociones de ideología y los enfoques feministas actuales sobre la comunicación. Revista Latinoamericana de Estudios del Discurso, 2016