Hugo Cabezas y el descalabro de las fichas de Tareck El Aissami
“El prontuario del ahora investigado seguirá creciendo cuando se conozcan las pruebas que lo relacionan con los hechos de corrupción en Cartones de Venezuela y con los fraudes de la Corporación Venezolana de Guayana. Aunque siguen cayendo las fichas del otrora poderoso Tareck El Aissami, todavía no está claro cuál será la suerte del exministro de Petróleo”.
Son muchas las cabezas que han rodado en la reciente guerra interna que ha estallado dentro del madurismo. Esta vez le llegó la hora a un apadrinado y compañero de estudios de Tareck El Aissami. Se trata de Hugo Cabezas, quien a principios de abril, con esposas y vestido con el ya típico overol naranja, fue presentado ante el tribunal.
A Cabezas lo acusan de participar en hechos de corrupción en Cartones de Venezuela, empresa que dirigía, y de tener vínculos con los fraudes de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), el conglomerado de empresas públicas que administra recursos mineros, hídricos, forestales, entre otros.
En rueda de prensa, el fiscal del régimen, Tarek William Saab, aseguró que en las investigaciones surgieron hechos que no pueden “obviar”. En el caso de Cabezas, el fiscal dijo que varias entrevistas lo comprometen con la gestión de Pedro Maldonado, el encargado de la CVG que también está detenido. Saab no quiso referirse al caso de El Aissami, quien renunció recientemente a su cargo como ministro de Petróleo justo en medio del escándalo de PDVSA.
Lo cierto es que Cabezas ocupó cargos en el Gobierno que hoy lo acusa, tuvo tareas importantes en las administraciones de Hugo Chávez y de Nicolás Maduro y sus gestiones no pasaron desapercibidas: entregó cédulas a diestra y siniestra, fue señalado de nepotismo y corrupción, y fue pieza clave en el proceso de asfixia a los medios impresos.
No dejó títere sin cédula
El abogado de la Universidad de los Andes formó parte del movimiento universitario Utopía 78 y empezó su carrera en el Gobierno cuando Chávez dejó a El Aissami a cargo de la llamada “Misión Identidad”. En 2003 su excompañero de la universidad lo nombró director de la entonces Oficina Nacional de Identificación y Extranjería (Onidex), actualmente conocida como Saime, cargo que ocupó hasta 2007.
Sin embargo, su paso por la Onidex fue polémico. Con los cuestionados operativos masivos de cedulación en los que se entregaron cédulas a nacionales y extranjeros, Chávez habría asegurado una fuerte base electoral. Varias denuncias señalan que la Onidex cedulaba colombianos en las fronteras. En su momento, el narcotraficante colombiano Farid Domínguez aseguró que Cabezas le ofreció personalmente cédula y pasaporte venezolano.
Después, Cabezas saltó a la Gobernación de Trujillo, entre 2008 y 2012, pero su gestión no estuvo exenta de críticas. De hecho, el mismo Chávez nombró a otro candidato tras acusaciones por desvío de fondos para la construcción de 700 viviendas. Tan polémica fue su administración, que desde el PSUV advirtieron que en su Gobierno incluyó “amigos y familiares” de otras regiones, desconociendo la opinión del partido.
Censurar y negociar: el verdadero “cabezazo”
En 2012, el papel prensa dejó de considerarse un bien prioritario para importación en Venezuela, así se eliminaron los precios preferenciales para comprarlo en el extranjero y después el proceso se llenó de burocracia y solicitudes. En 2013 se creó el Complejo Editorial Alfredo Maneiro (CEAM) con la función de garantizar los insumos para la producción, distribución y comercialización de textos impresos. Ese mismo año, Cabezas fue nombrado por Ernesto Villegas, entonces ministro de Comunicaciones, como director.
Sin embargo, en poco tiempo, medios y editoriales denunciaron problemas para acceder al papel. La ONG Espacio Público denunció que diarios y revistas estaban saliendo de circulación u operando con problemas por la falta de acción del CEAM. De tal manera que Cabezas fue el encargado de asfixiar a los medios impresos. Un estudio del Observatorio Venezolano de Fake News señala que el 69% de los medios impresos de la región central desaparecieron.
Pero además, Armando.info define a la situación como “el comienzo de un negocio monopólico, manejado con opacidad”. En 2016, el mismo Cabezas dijo que, como una sociedad anónima, el CEAM se reservaba el derecho de vender papel periódico a quienes consideraran prioridad. Las investigaciones de este medio señalan que el control de la importación de papel generó un mercado paralelo que no nació de manera espontánea, sino que estaba conectado con la dirección del Complejo Editorial Alfredo Maneiro.
El sector reconoció la presencia de empresas desconocidas que ofrecían el papel importado por el CEAM a precios mayores que los oficiales, pero menores que con el dólar paralelo. Una de esas compañías, Proyectos y Ejecuciones Guian, C.A., estaba relacionada, según el medio de investigación, con Luis Coronado Viaje, directivo del CEAM y hombre de confianza de Cabezas, quien incluso fue director de finanzas de la Gobernación de Trujillo durante su gestión.
En 2014, Cabezas pasó a ocupar un segundo cargo en simultáneo, el de ministro del Despacho de la Presidencia y Seguimiento de la Gestión de Gobierno, que ya había ocupado en la administración Chávez en 2007. El medio de investigación señaló que el abogado también usó este cargo para beneficiar a Luis Coronado Viaje y a sus familiares que estaban involucrados en el “negocio”. Además, las transacciones también habrían beneficiado a otros intermediarios, como a la importadora Morichal Corp. Cabezas pasó a ser director del Servicio Autónomo Imprenta Nacional y Gaceta Oficial en 2015 y tres años después se convirtió en gerente de Operaciones y Administración de Smurfit Kappa Cartones de Venezuela, en representación del Ministerio de Industrias y Producción Nacional.
El prontuario del ahora investigado seguirá creciendo cuando se conozcan las pruebas que lo relacionan con los hechos de corrupción en Cartones de Venezuela y con los fraudes de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG). Aunque siguen cayendo las fichas del otrora poderoso Tareck El Aissami, todavía no está claro cuál será la suerte del exministro de Petróleo. Hasta el momento, la Fiscalía no confirma si será o no investigado y quedan dudas de hasta qué punto el chavismo logrará desligarlo de la trama de corrupción en PDVSA.